Un trabajo intenso de los cargos públicos y el aparato administrativo de la Junta de Andalucía en la defensa del empleo, los servicios públicos y la transparencia van a marcar el curso político que ahora se inicia, según informa en una nota la delegada del Gobierno, Rafi Crespín, que ha presidido la reunión de la comisión de coordinación de los delegados territoriales.

Estos hicieron una puesta en común de los objetivos de los diferentes departamentos y el estado de los proyectos más relevantes y coincidieron en la orientación general que da prioridad a las políticas de empleo estable y la salida de la crisis económica sin dejar a nadie atrás, de forma que el crecimiento que se refleja en los datos macroeconómicos revierta en la ciudadanía y se refleje en la creación de trabajo estable y de calidad.

Al término de esta reunión, Crespín indicó que el camino para "sacar a esta tierra adelante" está marcado por el discurso de investidura de la presidenta, Susana Díaz. "Con independencia de las dificultades que el Gobierno central está poniendo a Andalucía, nuestra comunidad autónoma se propone crecer a mayor velocidad que el resto de España y continuar siendo un referente en el mantenimiento del Estado del Bienestar", apuntó Crespín.

En este sentido, la delegada destacó la responsabilidad de la Junta de Andalucía, que cumplirá con los objetivos de déficit pese a no estar de acuerdo con ellos. "Para ello tenemos que hacer un enorme esfuerzo de gestión para mantener los servicios públicos fundamentales, como la sanidad, la educación o la atención a las personas en situación de dependencia, que en otras comunidades se están desmantelando".

Frente a ello, Andalucía "ensancha el Estado del Bienestar, con medidas como la Ley de Sostenibilidad del Sistema Sanitario Público o la renovación de la gratuidad de libros de texto".