«Que la vida iba en serio uno lo empieza a comprender más tarde», como diría Gil de Biedma, pero cuando tienes ocho años y ya llevas dos de ellos luchando por un neuroblastoma (tumor maligno), la empiezas a tomar en serio mucho antes. Ese es el caso de Antonio Afán, un niño amante del fútbol que ayer «vivió como si estuviera en una película», cuenta su padre. Más de un centenar de personas se reunieron en el campo de Fútbol 7 del Instituto Municipal de Deportes Vista Alegre para apoyar la causa y reunir fondos para el tratamiento del pequeño Antonio. Torneo Luchemos por la vida de Antonio Afán, así se llamaba «la película», en la que el reparto lo encarnaban cinco equipos de prebenjamines: Séneca Club de Fútbol, Club Deportivo Alcázar (subcampeón de la competición), Club Gaspar Gálvez, Don Bosco Club de Fútbol y Córdoba Club de Fútbol (campeón del torneo).

En un ambiente de ilusión y de inocencia por las decenas de niños que allí jugaban, la trama era mucho más complicada. En 2014 le detectaron a Antonio este tipo de cáncer, un neuroblastoma alojado en la glándula suprarrenal, «el malo de la película» del que se despojó y que en 2016 volvió a aparecer en escena, pero esta vez «mucho más agresivo», según cuenta su padre, Antonio. «Nos comentaron que era genético y que había peligro de que se le reproduciera hasta que dejara de desarrollarse», a los 20 años aproximadamente, «por ello buscamos al mejor especialista y lo encontramos en Barcelona», por lo que estos beneficios irán «íntegramente destinados al tratamiento en Barcelona del pequeño Antonio», apunta José Gómez, presidente de la Asociación de Vecinos Alcázar Viejo, expresando su gratitud «a todos aquellos que han colaborado con esta buena causa y que se han volcado desde el primer momento», como la Obra Social La Caixa, la Delegación de Deportes del Ayuntamiento, la Federación de Árbitros y la Federación Andaluza de Fútbol, «junto a todas las empresas colaboradoras». Una rifa de camisetas de jugadores profesionales, una «fila cero» para aportar fondos y un día de torneo para «colaborar jugando». Todo lo necesario para que, como en las películas, ganen los buenos y pierdan los malos.