LUGAR Y FECHA DE NACIMIENTO NERVA, 22 DE MAYO DE 1940.

TRAYECTORIA JUGO DESDE 1960 A 1970 CON EL CORDOBA CF, CON 7 TEMPORADAS EN PRIMERA DIVISION.

Hijo y hermanos de futbolistas, Juan García Díaz, Juanín, es un hombre con un diminutivo por nombre, pero grandioso en el terreno de juego y en lo personal. Centrocampista, pero de los que corría por todo el campo, su valía como deportista le ha hecho merecedor de comparaciones tan valiosas como ser el Di Stefano del Córdoba CF. Nació en la localidad onubense de Nerva, cuna del fútbol, pues aunque el equipo decano es el Recreativo de Huelva, en su municipio natal y en Ríotinto, asegura Juanín fue realmente dónde se gestaron los inicios del fútbol profesional español. El destino de Juan García Díaz tenía color blanquiverde. Se inició en los juveniles del Betis y, tras un breve paso por el Extremadura, llegó la temporada 1960-61 al Córdoba CF. Fue protagonista, junto al resto del equipo, del ascenso del equipo cordobés a Primera División en la temporada 1961-62 y tuvo el honor de meter el primer gol del Córdoba CF en la máxima categoría, concretamente contra el Valladolid, el 16 de septiembre de 1962. Fue capitán del equipo durante 8 años y titular indiscutible, hasta el punto que ninguno de sus entrenadores quiso traspasarlo a otros clubes que se interesaron por él. En Córdoba conoció a su mujer, María del Pilar Luna Voces, que falleció muy joven, hace 11 años. María del Pilar era hija del dueño del restaurante Alfonso. Y, aunque dejó de ser jugador del Córdoba CF con 30 años, decidió no marcharse de la ciudad cordobesa, a la que se siente muy unido. Su hija María del Pilar vive en Cáceres y le ha dado 2 nietos, a los que para su disgusto no les ha salido la vena futbolística, y en Córdoba reside su otro hijo, Juan Alfonso, que sí es un apasionado de este deporte. Junto a Diego, otro ex jugador fundamental del Córdoba CF, dirigen desde 1985 la Escuela de Fútbol Juanín y Diego, de la que todos los años germinan jóvenes promesas del deporte rey que se incorporan a la secciones inferiores de la entidad blanquiverde o que incluso juegan desde muy jóvenes con el primer equipo, como ha sido el caso de Fede Vico. Juanín también ha entrenado al propio Córdoba CF como interino en algunas ocasiones y dirigido categorías inferiores de la entidad, así como al Montilla, el Pontanés y el Bailén. Es socio del club, accionista minoritario y fue directivo cuando Manuel Oviedo fue presidente.

--¿Usted nació futbolista?

--Sí, mi padre, que se llamaba como yo, Juan García Díaz, era futbolista amateur y panadero. Mi padre fundó el equipo de La Palma del Condado. Mi madre, Felisa Díaz Pintor, era de La Palma. Llevaba la casa, trabajaba en el negocio y le gustaba también el fútbol. Eramos cinco hermanos: Loreto, Manolo, Ramón, María Jesús y Juanín. Cuando terminaba el colegio me iba a jugar al fútbol.

--Dos de sus hermanos también fueron futbolistas.

--Manolo jugó con el Recreativo y Ramón empezó en el Recre, estuvo en el Sevilla, en el Cádiz y ascendió con el Betis a Primera División en la temporada 1957-58.

--Fue un jugador profesional muy precoz.

--Con 15 años me llamaron de la sección juvenil del Betis. Creo que fui el primer jugador juvenil de un pueblo en este equipo. Primero vivía en una pensión y luego me mudé con mi hermano Ramón, que jugaba en el Betis, y con su mujer.

--¿Y cuál fue su primer sueldo?

--Ganaba 2.000 pesetas al mes, un buen dinero, pues era 1956. Después pasé al primer equipo, después de que el Betis ascendiese, y sabía que iba a debutar. Pero el Extremadura era como un filial del Betis y allí sabía que sería titular, como pasó en toda la temporada 1958-59. Destaqué como jugador promesa de la Segunda División y la temporada siguiente, 1959-60, volví al Betis, aunque por poco tiempo, pues fui traspasado al Córdoba CF.

--¿Siempre ha jugado de centrocampista y con el número 8?

--No he jugado siempre en la misma demarcación, sino por todo el campo. Algunas veces he salido con otro número, pero he jugado normalmente como centrocampista.

--¿Dónde residió cuando llegó a Córdoba en 1960?

--En la calle Gutiérrez de los Ríos, 22, en la casa particular de dos mujeres encantadoras, en la que vivían dos futbolistas más, Luis Fuertes y Félix, el primer año, y Riaji, el segundo año.

--¿Cómo conoció a su esposa?

--El padre de mi mujer, socio número 14 del Córdoba CF, y ella eran muy aficionados al fútbol e iban a los partidos. Sin embargo, curiosamente, cuando Pilar se hizo novia mía dejó de ir al fútbol. Un día nos invitó un compañero mío, Artime, al bar Imperio, que estaba en la antigua calle La Plata, La hija del dueño de este bar era amiga de mi mujer. Otro día nos invitó a su casa a un cocido gallego. Pili fue la única novia que tuve.

--¿Cuándo se unió al Córdoba CF?

--Fue a mediados de agosto de 1960. Firmé el contrato en el club, que estaba entonces situado en la calle Lope de Hoces. Córdoba me acogió desde primera hora maravillosamente y la afición me quiere y me respeta, que es lo importante, y yo siempre he estado muy contento. Vinieron a buscarme grandes equipos, pagaban muy bien y el Córdoba CF nunca quiso traspasarme. He sabido que hubo algún entrenador que puso en la cláusula de su contrato como condición para firmar que a mí no me podían traspasar. Y yo me quedaba gustosamente.

--¿Los 7 años que estuvo con el Córdoba CF en Primera División fueron los mejores de su vida?

--Fue la época buena del Córdoba CF.Triunfamos y siendo jugador, el equipo llegó a quedar quinto en Primera División en la temporada 1964-65, incluso por encima del Barça. Podíamos haber jugado entonces incluso la Copa Ferias, que equivale a lo que es ahora la Europa League, pero el Córdoba no pudo hacerlo, porque en la ciudad no se celebraba ninguna feria internacional de muestras, que era el requisito.

--¿Incluso estuvieron cerca de la final de la Copa del Rey?

--Nos eliminó en semifinales el Athletic de Bilbao en la temporada 1966-67. El árbitro era vasco y pudo favorecer al Athletic para que los bilbaínos dejaran de hablar de un conflicto que había surgido en una empresa de los Altos Hornos.

--¿Cuándo marcó su primer gol como cordobesista?

--El 2 de octubre de 1960 contra el Ceuta. Sin embargo, aquel partido lo perdimos 2-1. Por otro lado, también tuve la suerte de colar el primer gol del Córdoba CF en Primera División el 16 de septiembre de 1962 contra el Valladolid. Creo que he sido el jugador que más partidos ha disputado en Primera División y el que ha metido más goles. Acumulé 315 partidos como blanquiverde, de los que más de 180 correspondieron a la máxima categoría. Y podía haber jugado más encuentros sino hubiera sido por unas molestias que tuve en el pubis el año que descendimos de categoría, lo que provocó que estuviera 20 o 30 partidos apartado del terreno de juego. A pesar de esa etapa, las lesiones siempre me respetaron mucho.

--¿Cómo vivió el día que el Córdoba CF ascendió a Primera División, ganando al Recreativo?

--Fue increible ver a tantos cordobeses en el Colombino, celebrando la gesta. Encontrábamos aficionados ya en La Carlota en nuestro regreso y al llegar a Córdoba las calles estaban llenas de gente. Luego nos recibió el alcalde en el Ayuntamiento.

--En aquella época ¿dónde se concentraban durante la pretemporada?

--En Cerro Muriano, pero, sobre todo, en el antiguo hotel El Brillante.

--¿Y cómo se desplazaban?

--Antes los partidos siempre se disputaban los domingos. Cuando nos enfrentábamos a equipos del norte del país, íbamos en autobús hasta Madrid. Partíamos incluso los viernes, nos parábamos a desayunar en Bailén, parábamos luego otra vez por Manzanares y al llegar a Madrid cogíamos el coche-cama, en el que viajábamos y dormíamos toda la noche. Los hoteles en los que nos alojábamos estaban bien, pero los autobuses en los que viajábamos eran bastante modestos y no tenían climatización.

--Siempre ha dicho que sus compañeros del Córdoba CF eran también sus amigos.

--Eramos una piña y nos llevábamos todos fenomenal, aunque de todos resaltaría mi amistad con Ricardo Costa, con José Luis Navarro, con Riaji, entre otros.

--En su etapa como jugador cordobesista, ¿jugó todos los partidos en antiguo Arcángel?

--Sí.

--¿Y cuánto tiempo fue capitán del equipo?

--Desde la segunda vuelta de la temporada 1962-63. Era el jugador más joven de la plantilla, pero estuve 8 temporadas como capitán del Córdoba CF. Días antes del ascenso, en un entrenamiento, le dije al presidente José Salinas que íbamos a ganar. Aquel año en defensa fuimos de los menos goleados y contábamos con 10.000 aficionados.

--Esta temporada el Córdoba CF está haciendo una campaña muy buena, como nadie la esperaba en los inicios. Y, sin embargo, tras la derrota con el Barcelona B y el último empate contra el Sabadell, parte de la afición pitó a Javi Hervás y parece que surge de nuevo el pesimismo. ¿Notó usted al llegar a Córdoba esa apatía que se nos achaca a los cordobeses en muchos momentos?

--Córdoba es una ciudad fenomenal, pero somos pesimistas y me incluyo, como cordobés de adopción. Esta temporada, con la situación tan mala del club, económicamente hablando, se partía de intentar eludir el descenso. Y, gracias al acierto de traer a Paco Jémez y a Luna Eslava hemos pasado del temor al descenso a tener como única meta el ascenso del Córdoba CF. Y ahora parece que todo lo que no sea subir de categoría es un fracaso, cuando la campaña está siendo extraordinaria. El Córdoba CF es el mejor equipo que está jugando este año en Segunda y por eso están televisando tantos partidos de nuestro equipo. La afición, que se lo merece todo, se está portando muy bien y está apoyando mucho. Sin embargo, me permito recriminar que en el partido contra el Sabadell un 10% de la afición pitara a Javi Hervás. Si este jugador, que es de Córdoba pero ha fichado por el Sevilla, está un poco bajo, lo que hay que hacer es darle ánimos, no silbarle.

--¿Cómo vivió el partido contra el Hércules, en el que Navarro hizo el saque de honor y se le rindió a usted también honores en recuerdo del 50 aniversario del ascenso del Córdoba CF a Primera División?

--Fenomenal. El pasado 1 de abril estaba El Arcángel lleno y además le ganamos al Hércules. La afición está respondiendo durante toda la temporada. El Córdoba CF está haciendo una gran campaña, como hace mucho que no se jugaba y si no disputamos el play off de ascenso a Primera División, hay que seguir apoyando al equipo y hacer un esfuerzo con cabeza. El presidente está trabajando con sentido y me gusta la mayoría de decisiones que está tomando.

--Aunque es conocido que usted fue en su tiempo un deportista disciplinado, me imagino que también se divertiría.

--Mi mujer era muy cordobesa y le gustaba mucho estar en la calle. De novios salíamos mucho e íbamos al cine. Frecuentábamos mucho un bar que había por los jardines de Los Patos e íbamos a bailar a un local que abrían tarde-noche y que pertenecía a una cafetería que estaba cerca del bar Correo. Algunos años celebramos la Nochevieja en el Círculo de la Amistad y también éramos asiduos del Palace, a donde íbamos a bailar los domingos después del fútbol. A Pili y a mí nos gustaba mucho bailar y en el Palace había una buena orquesta. A mí me gustaba el rock and roll y el twist. Por otro lado, con mis compañeros de equipo, cuando terminábamos los entrenamientos, íbamos a las Tendillas, al Gran Bar, y a la la marisquería Baviera, en la calle La Plata. Salíamos del entrenamiento y nos íbamos andando hasta el centro.

--Se casó en la iglesia de San Nicolás. Y, ¿dónde fijó su primera residencia familiar?

--Me compré mi primer piso en la avenida de Granada y luego me vine en 1967 a otro piso en Doctor Fleming, que es donde sigo viviendo en la actualidad.

--¿Qué le gustaba a usted de la Córdoba de su juventud?

--La vida en los años 60 se hacía en el centro, pero la ciudad y la población fue creciendo y se fue extendiendo hacia la Judería, Ciudad Jardín, Vallellano, la Fuensanta o la Viñuela. Córdoba era preciosa y sigue siendo preciosa. Tengo un gran recuerdo de lo limpia que estaba Córdoba. Cuando era joven las calles del centro de la ciudad se regaban y daba gusto pasear por Córdoba. Había mucho movimiento y cuando hacía calor las terrazas estaban llenas. Entonces se respetaba mucho a la autoridad y no había peligro de caminar por la noche. La lástima es que se ha ido perdiendo la limpieza.

--¿Y cómo es hoy su día a día?

--Mi vida la hago por la zona del Alcázar Viejo o subo al centro para ver a los amigos.

--¿Ha perdido Córdoba con tanta restauración cómo se ha llevado a cabo?

--Córdoba es muy bonita y hay grandes cosas que se mantienen. La Mezquita Catedral y el Alcázar de los Reyes Cristianos son dos maravillas. Da gusto de entrar en estos monumentos y de mostrárselos a las visitas. También me agradan mucho los barrios antiguos como San Agustín y San Lorenzo.