Si quieres dejar marca, crea tus propias huellas y no sigas las de los demás". Este es el lema que define la aventura de Juan de Dios Salinas, un granadino de 43 años que hace apenas cinco días inició un recorrido por toda Andalucía de 1.500 kilómetros en bicicleta con el único objetivo de transmitir un mensaje de optimismo entre los emprendedores. Y es que Juan es un experto en reinventarse que tiene esa cualidad cada vez menos habitual del optimismo contagioso.

Hijo de funcionario, cuenta que siempre tuvo mentalidad proactiva, o lo que es lo mismo, un culo inquieto. Con seis años, ya montaba puestecillos en el rellano de la escalera para vender revistas o intercambiar juguetes, y con 18, empezó a compaginar sus estudios de Informática con la actividad de su propia empresa. "Trabajaba y estudiaba a la vez en temas relacionados con ordenadores hasta que poco a poco fui haciendo contactos y acabé empleado en multinacionales de informática". Según Juan de Dios, nunca quiso ser solo un número de la Seguridad Social, así que no se resignó a echar raíces en una compañía ni a descuidar su afán de aprender.

En el 2005, su vida personal, a raíz de una separación, se vio truncada y decidió romper con todo lo que había hecho hasta el momento para instalarse en Marbella. "Monté un negocio de decoración que fue una experiencia enriquecedora aunque finalmente, con la crisis, se vino abajo". Aquel fracaso volvió a agitarlo por dentro y rehizo su camino hacia Granada, donde tuvo que empezar de cero por segunda vez. Recompuesta su vida, con pareja estable y trabajo fijo, hace unos meses sintió que tenía que actuar ante el desánimo reinante y dimitió de su puesto como director de la Feria de Muestras de Granada para realizar algo así como un viaje hacia la ilusión. ¿Una locura? Lo que para algunos sería una decisión traumática, para Juan es una apuesta de futuro, un reto de superación. Cree que rendirse a la adversidad no sirve, ni en la vida ni en los negocios. "Mi pareja me ha apoyado desde el primer momento", asegura, al tiempo que explica su objetivo. "Quiero demostrar que solo hace falta tener una idea y luchar por ella para salir adelante", explica, "en 15 días elaboré la ruta, conseguí los patrocinadores, la ropa, el ordenador, la cámara, el ipad donde registro lo que voy viviendo, así como la bicicleta y los contactos de las instituciones donde voy a dar charlas motivacionales y a compartir mi experiencia". El viernes, Juan pasó por Córdoba y tuvo la ocasión de visitar el Centro de Apoyo al Desarrollo Empresarial (CADE). Jóvenes emprendedores le esperaban para aprender de su creatividad.

Para un ciclista amateur, el camino está siendo muy duro, pero está seguro de que su mente hará aguantar a su cuerpo. Por carreteras comarcales, solo, cargado, recorre entre 100 y 150 kilómetros diarios para luego parar en una ciudad y, en cada puerto , hablar con jóvenes. "Emprendedor no es solo quien abre una empresa sino aquel que emprende con su propia vida", comenta, "cuando termine, escribiré un libro y contaré qué es y para qué ha servido 1.500 km ".