LUGAR DE NACIMIENTO SEVILLA. EDAD 72 AÑOS.

TRAYECTORIA POR ANTIG EDAD ADMINISTRATIVA, ES DECANO DE LOS CATEDRATICOS DE HISTORIA MODERNA Y CONTEMPORANEA. AUTOR DE NUMEROSOS LIBROS, ENSAYOS Y ARTICULOS. FUE PREMIO NACIONAL DE HISTORIA Y PERIODISMO

La Real Academia de Historia ha publicado la primera parte del Diccionario Biográfico Español, una obra que ha recibido numerosas críticas por la manera en que algunos de los autores hablan de las personas biografiadas. El profesor Cuenca Toribio ha participado en dicho trabajo.

--¿Quién tomó la iniciativa de hacer este diccionario y qué se pretendía con él?

--Yo no he estado en el equipo coordinador de este diccionario, patrocinado por la Real Academia de la Historia, de la que yo solo soy miembro correspondiente. Yo le puedo decir mis impresiones, pero no he estado en el núcleo de la elección de los temas. Recibí, como todos los que hemos participado, un catálogo de recomendaciones y me acuerdo que estaba muy subrayado que en general se evitaran adjetivos calificativos.

--¿Se dejaba completa libertad a los autores?

--Absoluta y total. Yo he sido uno de los tres o cuatro autores con más voces hechas, lo que tengo que agradecer a la Academia, y al mismo tiempo me autorizaron a que dirigiera a un equipo de colaboradores, compuesto por 12 personas de Andalucía, a los cuales yo no dije absolutamente nada. Por lo tanto, censura, indicaciones, absolutamente ninguna, ni la más leve. Además, yo no lo hubiera consentido...

-- Ya, pero al diccionario se le hacen acusaciones de tendencioso en determinados personajes e incluso de ser filofascista o filofranquista...

--Sí, es verdad que se acusa de ello. Cada uno responde se sus obras. Yo todavía no he tenido acceso, no he podido leer esas voces más complicadas y por lo tanto no puedo darle opinión.

--O sea, que aunque sea un diccionario general, ¿cada autor firma su trabajo y es responsable del mismo?

-- Exactamente... ¿que se podía haber hecho de otra manera? Sí... Se habla de que las instituciones han aportado mucho dinero... Yo no creo que eso sea mucho dinero para la envergadura y la ambición de esta empresa. Hay que verlo dentro de unas coordenadas. España no es Gran Bretaña o Alemania...

-- Ya, pero es que una obra en la que se ha puesto tanto empeño, tanto interés y tanto dinero y que cuando está todavía por publicarse la segunda mitad nazca con este hándicap, perjudicará muchísimo-

--Efectivamente, el primer juicio es el que vale. Yo creo que en conjunto, globalmente, es injusto, pero lleva usted razón, en el mundo de la imagen que vivimos, de la primera impresión y de la superficialidad, es verdad que no es bueno que la polémica acompañe el inicio de una obra que no pretende mercantilizarse, como las novelas o los libros de pseudohistoria.

--¿En qué ha consistido su trabajo en esta obra?

--Yo he escrito en las seis modalidades, he trabajado bastante y mis colaboradores han aportado también numerosas voces. Yo he escrito de historia religiosa, española contemporánea... Creo que un 70% de la clase dirigente de la Transición española la he hecho yo. Desde Manuel Clavero, hasta Alejandro Rojas Marcos, Manuel Chaves o incluso José Antonio Griñán. Y emplazo a cualquiera a que me haga un juicio de intenciones, que encuentre algún juicio descalificatorio o hagiográfico en esas voces. Lo que naturalmente no digo es que Rojas Marcos sea un gran estratega, que Javier Arenas sea una persona culta, que Manuel Chaves sea un persona ilustrada o un gran laboralista o profesor titular con un gran bagaje científico. Eso no lo digo, ni tampoco descalifico.

--¿Quién hizo la selección de los autores que han participado en el diccionario?

--Pues lo hizo un comité de profesores de la Academia de Historia. Ellos han pensado quien debía hacer cada personaje, como ha ocurrido con Luis Suárez, que es un destacadísimo medievalista que también ha hecho trabajos de historia contemporánea.

--Precisamente el trabajo de Luis Suárez ha sido el que más polémica ha generado.

--Todavía no lo he leído, estoy deseando leerlo. Es un reputadísimo historiador de lo medieval.

--En concreto del trabajo de Suárez se habla del caso de Franco, que es lo que más polvareda ha levantado y supongo que usted estará al tanto de ello, ¿qué opinión le merece?

--Yo también he escrito sobre Franco y la polémica venía sobre el término dictadura...

--Y sobre calificar su régimen como autoritarismo y no totalitarismo, entre otras cosas...

--Mi opinión personal es que fue una dictadura. Sobre todo en los primeros tiempos, en los de la posguerra y creo que siguió siéndolo hasta el final teóricamente, cuando era responsable ante Dios y ante la Historia y no ante sus conciudadanos. Ahora bien, yo creo que en el transcurso del tiempo fue una dictadura que se fue amoldando a la evolución de una sociedad cada vez más liberal, que se autolimitó y que contó con muchos frenos. Al principio la Iglesia jerárquica fue cooperadora y colaboradora, pero en los años 60 no puede decirse que ni la Iglesia española ni la del Vaticano fuera favorable en todo y absolutamente al franquismo. El franquismo al final fue una dictadura, un régimen autoritario pero totalitario no. Siempre contó con frenos, era un pueblo donde había mucha vigencia de la Historia, muchas élites, muchas instancias con muchos liberales que existieron que no los exterminó el franquismo. Por lo tanto, un régimen totalitario como Hitler o Stalin no lo fue.

--En ese matiz entre autoritarismo y totalitarismo es, como decía, donde han surgido más voces discordantes que recuerdan los fusilamientos y la represión que se llevó a cabo en aquella época...

--Entre todas las voces contestatarias hay algunas que son dignas de ser escuchadas y otras no. Algunas tienen el mismo crédito que si yo hablara de química. Pero hay muchas que tienen razón. Pero es verdad que hubo represión durante y después de la guerra. Al dictador le faltó algo excepcional que era la magnanimidad. Pero claro, él también era prisionero del bando que lo llevó al poder. Franco fue el heredero de una guerra civil, la más dura de nuestra historia. En el siglo XX en Europa no hubo una guerra más dura que la nuestra, donde los padres mataron a los hijos, los hijos a los padres, donde le arrancaron los ojos delante de la mujer a uno de un bando y luego tiraron a minusválidos desde campanarios y que Franco reprimió, absolutamente de acuerdo.

--¿Hay personajes cordobeses en este diccionario?

--Muchos. Los hay porque Córdoba en otro tiempo más que en el presente tuvo mucho peso y mucha fuerza en el mundo, por ello hay muchos de la antigüedad y la época medieval.

--¿Y de la Edad Contemporánea hay alguno?

--Sí. Hay varios, como Julio Anguita, Rafael Cabello de Alba, José Solís, Juan Díaz del Moral, Antonio Jaén Morente...