Las organizaciones agrarias no tienen dudas cuando buscan motivos para justificar el desequilibrio de la superficie de regadío. Se ha producido un agravio histórico que no se ha logrado atenuar en las últimas décadas, pese a que Córdoba almacena la mitad del agua de la cuenca del Guadalquivir. Solo hay que analizar la superficie de olivar, el cultivo más extendido en Córdoba. Si Jaén es la provincia con más olivar en España, Córdoba la segunda zona con más olivos cultivados. Sin embargo, cuando se aborda qué olivar está en regadío, Córdoba pasa del segundo lugar al cuarto puesto. Los últimos datos avanzados por la Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA), que son de 2015, reflejan que Jaén tiene seis veces más olivar en riego que Córdoba al contar con 270.862 hectáreas, frente a las 48.986 de Córdoba. Por encima están también Sevilla, con 83.177 hectáreas de olivar en riego, y Granada, con 66.995. Estas tres provincias tienen más regadío en cultivos leñosos que Córdoba, que distribuye el resto de superficie en 11.114 hectáreas de cítricos, 1.979 en otros frutales, 262 de viñedo y 234 de almendro, entre los cultivos más destacados. En el caso de los herbáceos, los últimos datos de Córdoba corresponden al 2014, con 52.672 hectáreas, de las que 27.662 son de cereales de invierno, 14.764 de cultivos industriales y 6.196 de hortalizas. Córdoba, frente a otras provincias como Jaén, ha perdido protagonismo en el regadío. Hace tres décadas en Córdoba existían 72.700 hectáreas (10% de su superficie de cultivo) y tenía 86.500 (11,9%). Córdoba se encuentra hoy en claro desequilibrio con Jaén. En Córdoba hay 121.294 hectáreas en riego (15%) y Jaén cuenta con 292.218 (37%). Sevilla es la que tiene más regadío, con 306.952 hectáreas (32%). F.E.