NACIMIENTO ZARAGOZA, 1975

TRAYECTORIA SALIO DE SU CIUDAD PARA REHABILITARSE Y AHORA ESTA PERFECTAMENTE INTEGRADO

--¿Cómo ha sido su proceso desde que entró en el centro de rehabilitación hasta que llegó a Inser Peniel?

--Llegué aquí el 8 de junio del 2007. Estuve siete meses en Peniel. El programa parte de cinco fases. El primer nivel es la desintoxicación, que pases la abstinencia. Llegué mal, consumiendo metadona. El segundo nivel es para realizarte en el trabajo, ir cogiendo horarios e involucrarte en la casa y su funcionamiento. En la tercera etapa tomas más responsabilidad y empiezas a transmitirle a la gente que llega nueva lo que has aprendido. En la cuarta fase se te delega el poder bajar del centro a hacer cosas con la furgoneta. En el quinto nivel estás ya con un pie en la calle y otro allí. Ha sido un proceso duro.

--¿Qué le parece el programa de inserción laboral?

--La reinserción es opcional. Tienes la seguridad y la tranquilidad de que tienes un trabajo cuando sales. Hay muchos centros que son más bien casas de acogida, igual luego te ayudan a buscar trabajo, pero el tema está en el aire. Aquí no te tienes que preocupar. Tienes un empleo, un piso y un ambiente de trabajo muy sano.

--¿Su vida personal cómo ha cambiado?

--Yo estaba desesperado. Por el tema de las drogas no podía ver a mi hija, perdí todos los trabajos, estaba endeudado. Estaba esperando que pasara algo y se acabara ese sufrimiento que tenía. No me valoraba nada. Me sentía inferior a todo el mundo. Estaba muerto en vida. Y ya no solo tus problemas, sino los que generas en tu familia. Cuando vienes al centro empiezas a cogerte valor a ti mismo. Mi mayor problema eran las drogas. Me motivó juntarme con los rehabilitados. Se está arreglando todo con mi familia y mi hija. Ahora me siento bien.