Al considerar que la vía de negociación con Economía es la que hay que explotar de forma prioritaria, la alcaldesa solicita al director gerente de Rabanales 21 que le envíe "de forma urgente" una propuesta de reestructuración de la deuda con ese ministerio "al objeto de que me pueda poner en contacto con los responsables del mismo y pactar una salida a esta delicada situación, y evitar, de esta forma, otro tipo de soluciones más traumáticas".

El equipo de gobierno quiere evitar que la historia se repita y que el parque tenga que acudir otra vez a un concurso de acreedores, del que logró salir hace más de un año con un plan de viabilidad basado en las ventas de suelo, entre las que está la parcela afectada por la innovación, de ahí la importancia que tiene para Rabanales 21 que la modificación de PGOU salga adelante, al igual que para la empresa promotora de la superficie comercial, que reciben un gran varapalo al desecharse el proyecto.

El plan de viabilidad contemplaba también la refinanciación de la deuda con los acreedores públicos. Rabanales 21 logró que la Junta permitiera un aplazamiento. En estos momentos, Rabanales 21 debe 11,7 millones a IDEA y Soprea (Junta); cerca de un millón a la UCO; más los 4,5 pendientes con el Ministerio de Economía. Además, debe 300.000 euros de IBI al Ayuntamiento. Sin embargo, el equipo de gobierno ve más peligro en los 1,5 millones que la sociedad ha de pagar a Economía de forma inminente que en la ruptura del contrato de venta firmado con la empresa promotora de la superficie comercial. Es más, y según las fuentes consultadas, el Ayuntamiento no puede poner en práctica lo ya anunciado por Pedro García, hacer el parque más público, lo que permite acudir a fondos europeos o reducir IBI, ampliando su participación mientras esté esa deuda.