El Índice de Precios de Consumo (IPC) bajó en Córdoba un 0,4% en febrero respecto al mes anterior, de forma que la variación interanual se sitúa en el 3,4%. El descenso de un 4,1% registrado en la factura de la luz, agua, gas y otros combustibles en Córdoba hizo posible en febrero esa leve caída del 0,4% en el IPC respecto al mes de enero, una disminución que solo se aprecia en los suministro, vestido y calzado (1,4%), con descensos más modestos en bebidas alcohólicas y tabaco (-1,1%), en menaje (-0,1%) y en ocio y cultura (-0,1%).

Los precios, sin embargo, se mantuvieron al alza en febrero en el resto de productos, tanto en alimentación, con una subida del 0,2%, como en el precio de restaurantes y hoteles, que creció un 0,6%, o en el transporte, un 0,3% más caro que en enero (ver gráfico). El ligero descenso del IPC global de febrero no ha permitido paliar la variación interanual, que se sitúa en un 3,4% pese a que en lo que va de año los precios han descendido un 0,9%. Es decir, en febrero, los cordobeses pagaron un 3,4% más de media que en febrero del 2016 pese a que en dos meses los precios han caído un 0,9%. El descenso más acusado en estos dos meses (-17,2%) se acumula como es habitual debido a los efectos de la campaña de rebajas en el vestido y el calzado.

El secretario de organización de CCOO de Córdoba, Manuel Merino, reclamó ayer tras conocer los datos del IPC de febrero «la necesidad de que la negociación colectiva aborde una subida de los salarios suficiente para poder hacer frente al encarecimiento de la vida». Según Merino, «hay que trasladar ya el crecimiento económico a los trabajadores» y establecer incrementos «que vayan compensando la pérdida de poder adquisitivo de los últimos años», que, recordó, también tiene efectos en los niveles de consumo interno, «un elemento clave para la recuperación económica de la provincia».