Investigadores del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (Imibic), del hospital Reina Sofía y de la Universidad de Córdoba (UCO) han participado en un estudio desarrollado por investigadores de 78 hospitales españoles, en el que han evaluado el riesgo de reactivación de la enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa tras la suspensión del tratamiento con fármacos biológicos anti-TNF. Este estudio, publicado en American Journal of Gastroenterology, se ha realizado sobre 1.055 pacientes, a los que se ha evaluado la posibilidad de que se reactiven estas patologías tras dejar el tratamiento con fármacos biológicos anti-TNF, usados para estas enfermedades inflamatorias intestinales en pacientes en los que se consiguió el control de la inflamación con dichos fármacos.

El trabajo, coordinado por la Unidad de Enfermedad Inflamatoria Intestinal del hospital La Princesa (Madrid), concluye que la suspensión de dicho tratamiento no puede generalizarse para todos los pacientes en la práctica clínica, ya que, aproximadamente, la mitad de los pacientes que suspendieron el tratamiento presentaron una reactivación de la enfermedad. Por tanto, antes de dejar estos fármacos, se deben revisar cuidadosamente las características del paciente y su enfermedad y tomar una decisión individualizada, analizando los riesgos y beneficios de cada estrategia con el paciente, según indicó la responsable de la Unidad de Enfermedad Inflamatoria Intestinal de la Unidad de Gestión Clínica de Aparato Digestivo del hospital Reina Sofía, profesora de la UCO e investigadora del Imibic, Valle García.

Los resultados del estudio son muy relevantes para la atención de los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal en tratamiento con fármacos anti-TNF, pues casi la mitad de los pacientes presentaron una reactivación de su enfermedad, con una tasa por año de seguimiento del 18% y, además, se han identificado factores que pueden ayudar a decidir si es conveniente suspender el tratamiento en algún momento. García destacó que los pacientes con mayor edad y aquellos que recibían tratamiento de mantenimiento con fármacos inmunosupresores tras la suspensión del anti-TNF eran los que tenían un menor riesgo de reactivación. Sin embargo, la gran mayoría de pacientes (75%) a los que se volvió a administrar el tratamiento anti-TNF cuando se produjo la reactivación tras la suspensión, alcanzaron nuevamente el control de su enfermedad de una manera segura.