Uno de los lugares más conocidos del barrio de los Olivos Borrachos es la Fundación Hogar Renacer, «una entidad sin ánimo de lucro con más de treinta años de experiencia en adicciones y exclusión social especializada en el tratamiento integral de problemas relacionados con el consumo de alcohol y otras adicciones, así como de patologías psiquiátricas asociadas», como explica su gerente, Carolina Castellano.

Esta entidad, que en la actualidad está integrada por un grupo multidisciplinar formado por médicos, psicólogos, psiquiatras y trabajadores sociales, nació en 1987 cuando el médico fundador, Pedro Muñoz Gómez, «se aventuró en una empresa tan ambiciosa como necesaria: ayudar y asistir a una población marginada, dignificar sus vidas y atender su enfermedad» en unos terrenos cedidos por el Obispado.

Lo que comenzó con pocos recursos económicos y humanos y pocos apoyos se ha convertido ahora en un gran proyecto que tiene a 45 usuarios en su hogar y por la que cada mes pasan 400 personas por su programa ambulatorio. Y esta evolución, que califica de «muy positiva» y que hizo posible que hace poco recibieran la visita de una comisión del Congreso y del Senado que trabaja en un plan de adicciones, entiende que «también es un mérito para el barrio»

Carolina se muestra «encantada» de la relación que Renacer tiene con el barrio, ya que colaboran y participan en diversas actividades a los que algunos usuarios «van como uno más».

En este sentido, la última de las iniciativas ha sido la puesta en marcha de un servicio de lavandería para prendas de gran tamaño que ha empezado a calar entre los vecinos.

«Me siento privilegiada», subraya Carolina, «porque no en todos los barrios cae tan bien un centro de tratamiento».