Una investigación realizada por tres profesores de la Universidad de Córdoba y la Loyola Andalucía concluye que Córdoba y su provincia poseen un enorme potencial para el turismo gastronómico, debido a la abundancia y calidad de los productos locales, pero no existe una estrategia ni un diseño conjunto de promoción ni sinergias para aprovechar las potencialidades de los municipios.

Los profesores Ricardo D. Hernández Rojas, del área de Economía, Sociología y Políticas Agrarias de la UCO, y Genoveva Millán, del área de Econometría y Estadística de la Loyola Andalucía, junto a la investigadora Genoveva Dancausa Millán han realizado un Análisis del turismo gastronómico en Córdoba y provincia: Estrategias de gestión , al que ha tenido acceso este periódico, y en el que ofrecen un atlas geográfico de los productos de las seis Denominaciones de Origen de la provincia y la IGP vino de Villaviciosa, un análisis de la oferta en restauración de la ciudad y su implicación con las rutas gastronómicas de la provincia de Córdoba y, finalmente, 32 estrategias para incrementar el turismo gastronómico.

El estudio observa que de las 82 poblaciones analizadas, solo hay 8 que no tienen un producto o materia prima reconocida y que las denominaciones de origen (DOP) o IGP están presentes en 56 poblaciones, obteniendo sus productos un distintivo de calidad que los hace diferentes a los de otras zonas y pueden incrementar la renta de los residentes del lugar vía turismo. Entienden que aunque la gastronomía no es todavía en España el principal motivo de turismo interior, cada vez está teniendo más auge con la puesta en valor de la cocina mediterránea y Córdoba debe aprovechar ese potencial. Según Genoveva Millán, "seguimos siendo una ciudad de paso y si al turista se le oferta algo complementario en la provincia, una cata por ejemplo, una ruta gastronómica", se quedaría más tiempo.

La calidad de los productos, dice el estudio, "está garantizada por las certificaciones reconocidas a muchos alimentos producidos y transformados en Córdoba", sobre todo en aceite y vino. Desde los años 60, "distintos restaurantes han sido punta de lanza en materia de innovación gastronómica, recuperación de platos y simbiosis de cultura gastro- nómica" y ponen como referencia a El Caballo Rojo en este sentido. Pero además, actualmente, "una serie de cocineros entre los 30 y 40 años son la ilusión y futuro gastronómico de la ciudad y provincia". Frente a ello, "las debilidades del turismo gastronómico de Córdoba coinciden con un sector dividido en dos asociaciones hosteleras y turísticas", que realizan acciones por separado y no conjuntas.