Un amplio informe presentado ayer por la Asociación de Organizadores Profesionales de Congresos de Córdoba exige un mayor apoyo institucional y la inversión en equipamientos ante el escaso peso de la ciudad en el mercado del turismo de congresos. El estudio, que fue presentado ayer al Ayuntamiento y a los empresarios del sector en la sede de CECO, destaca que las principales debilidades son la escasas y antiguas infraestructuras, que no cuentan con un aforo suficiente; el número reducido de plazas hoteleras y la escasa inversión de las administraciones públicas. Asimismo, ve una amenaza en la competencia de Málaga, Sevilla y Granada, que tienen mejores infraestructuras. Por el contrario, destaca como una gran fortaleza la situación geográfica y su comunicación ferroviaria con el resto de España y como grandes oportunidades la renovación del Palacio de Congresos, el mercado potencial en el sector médico y universitario y la expansión al mercado del turismo árabe, que tiene un gran poder adquisitivo.

EFECTOS DE LA CRISIS La crisis económica se ha convertido en uno de los grandes problemas para un sector que en Córdoba vio la desaparición de la Institución Ferial de Córdoba (Ifeco) y el cierre del recinto ferial de San Carlos. A estos condicionantes hay que unir otras consecuencias provocadas por la crisis, como la reducción del número de congresos y de participantes, la caída de los gastos, la pérdida de rentabilidad de las infraestructuras congresuales o la desaparición de congresos que habían surgido durante los momentos de crecimiento económico, que no estaban consolidados y han terminado desapareciendo. En este panorama la oferta excesiva de toda Andalucía ha restado competitividad, a lo que se ha unido también el desprestigio de la marca España, "y en especial Andalucía por el efecto de noticias sobre la crisis económica y la corrupción". Tampoco hay que olvidar, según el informe, el intrusismo y la liberalización de servicios tras la directiva 2006/123/CE.

Los empresarios del sector advierten de la falta de recursos destinados a la comercialización y captación de eventos en Córdoba, la escasa promoción, el poco aprovechamiento comercial del aeropuerto o la reducida oferta de ocio nocturno orientada al turismo de reuniones. Además, critica la falta de un recinto ferial y la descoordinación público-privada.

Por el contrario, entre las fortalezas destacadas aparece la importancia del patrimonio cultural, su gastronomía, la accesibilidad de la ciudad, la ubicación del palacio de congresos en el centro monumental, el atractivo para el mundo árabe o la peculiaridad de los patios cordobeses. Por eso, el estudio concluye que en el horizonte 2015-2018 Córdoba debe posicionarse como destino del turismo de reuniones y eventos profesionales aumentando su capacidad competitiva basado en la calidad, la innovación, la formación y la colaboración entre profesionales y empresas turísticas y de éstas con la administración. El informe estima que el gasto directo de asistentes a reuniones y ferias en Córdoba puede ascender a más de 27 millones en el 2015 y llegar en el 2018 a 38,7 millones a través de una serie de acciones como la promoción, la inversión y mejora en infraestructuras. Este estimación ha tenido en cuenta la memoria del centro de exposiciones, ferias y convenciones de Córdoba elaborado por el Ayuntamiento en el 2013.