El informe elaborado el 8 de febrero del 2017 por los arquitectos responsables del proyecto del Centro de Exposiciones, Ferias y Convenciones, Francisco Javier Terrados y Fernando Suárez, alerta de que «a lo largo de la obra han sido constantes los intentos de la empresa constructora», Ucop, «de proponer y llevar a término la reducción de las calidades contratadas. Como ejemplo citan los intentos de reducir la calidad de las uniones y soldaduras de la estructura de la cubierta y del acero inoxidable de la obra; de eliminar un tabique tipo hydropanel para sustituirlo por cartón yeso doméstico «más económico»; de que se aceptaran luminarias «de calidad sensiblemente inferior a las proyectadas»; de instalar un falso techo más modesto; o de sustituir el acero inoxidable de los pavimentos por losas de espesores menores a los admisibles.

Otro informe, el emitido el 18 de marzo del 2016 por la arquitecta de Urbanismo responsable del contrato, Carmén Chacón, muestra cómo Ucop quiso cambiar mejoras (actuaciones propuestas en la licitación con coste cero para el Ayuntamiento), en concreto la ejecución de la tribuna telescópica, pero esta no lo consintió al considerar que la solución alternativa que planteaba la empresa «no es equivalente» a la propuesta en el proyecto. De hecho, en dieciocho comparaciones que hizo, solo halló equivalencias en cuatro. Es más, la arquitecta subraya, en otro informe del 2 de marzo del 2017, que esa mejora, valorada en 920.406 euros, la mitad de lo presupuestado en ese capítulo (2 millones), «tuvo mucho peso» en la adjudicación y alude también a los continuos intentos de Ucop de reducir calidades. Chacón, en el documento del 2016, indica que la tribuna es «un elemento sobre el que se van a poder ubicar 933 personas, con lo que las condiciones de seguridad exigibles tienen que ser extremas». Por último, afirma que «es uno de los elementos más sensibles del proyecto», que, junto a los paneles móviles, «van a incidir en el buen funcionamiento del edificio».

Con esos informes los arquitectos respondían a Ucop, que en su solicitud de la resolución del contrato del 18 de enero del 2017 recogía entre las incidencias del proyecto la relacionada con las «alternativas equivalentes», y aseguraba que el responsable del contrato pretendía «imponer una marca» cuando existía «una partida de otra marca equivalente que cumple las características técnicas, por lo que es ilegal dicha medida y no puede ordenarse la ejecución».

En ese mismo informe Ucop avisaba también de que se ha producido una suspensión temporal de la obra que supera los catorce meses. Además, y en cuanto a los retrasos, Ucop asegura que el desmontaje y acopio de vidrios de la fachada ordenado por los arquitectos fue una «decisión que se tomó tardía», que no pudo acometerse hasta junio del 2015 y que afectó «a toda la programación de la obra y organización de los trabajos», aseveración que niegan los arquitectos.