El Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) y Amuvi ofrecieron ayer una jornada de formación a técnicos y profesionales que trabajan con mujeres víctimas de violencia sexual para darles a conocer las novedades normativas en este ámbito, que pretenden dar respuesta a las formas de violencia sexual que se dan en el marco de las nuevas tecnologías y las redes sociales. La coordinadora provincial del IAM, Ana Díaz, recalcó que se considera violencia sexual toda aquella intromisión con connotaciones sexuales que se realicen hacia una mujer sin su consentimiento, dentro o fuera del matrimonio, con o sin fines lucrativos. Es decir, desde bromas a tocamientos y otro tipo de acciones sexuales.

La jornada se centró en tres ponencias sobre los cambios del Código Penal a cargo de Lola Rodríguez, Aurora Genovés y Elvira Madueño, conocedoras de los cambios normativos, que insistieron en el riesgo añadido que supone el uso de las nuevas tecnologías como forma de agresión sexual y de la dificultad en muchas ocasiones de demostrar ante el juez que no ha habido consentimiento por parte de la víctima. Según Genovés, la mayoría de las mujeres que denuncian lo hacen ante abusos sexuales graves pero hay otras formas que se toleran. Las penas previstas por este tipo de delitos varían en función de la gravedad de los hechos y pueden llegar a 15 años de prisión.