La huelga de examinadores de tráfico que se realiza hoy en España afectará a unos 90 alumnos en Córdoba, según afirmó ayer el delegado de la Asociación de Examinadores de Tráfico (Asextra) en la provincia, Pablo Jiménez. Este avanzó que, a partir del 19 de junio, han previsto realizar paros los lunes, martes y miércoles hasta el 31 de julio y los retomarían en septiembre. La medida dejará sin poder examinarse de los carnés de conducir a un centenar de personas en cada uno de esos días, por lo que verán aplazadas sus pruebas.

Jiménez señaló que Córdoba tiene 12 examinadores y, previsiblemente, la mayoría secundará el paro. Además, recordó que en el 2015 ya fueron a la huelga y fue desconvocada porque alcanzaron un preacuerdo con la DGT que recogía, entre otros aspectos, una subida en el complemento específico que no se ha materializado. También explicó que «el puesto de examinador no tiene atractivo», ya que existe «muy poca diferencia» entre su salario y el de un funcionario que trabaja en la oficina, pese a la peligrosidad que conlleva. Así, el salario medio es de unos 1.400 euros y el colectivo pide un aumento de en torno a 250 euros. Asimismo, reivindica la creación de un grupo propio y que puedan acceder por oposición los ciudadanos. En la actualidad, los funcionarios pasan a ser examinadores de tráfico realizando un curso que en su última convocatoria solo ha registrado 17 inscritos en España. Jiménez destacó que «sospechamos que el Gobierno está intentando que se tenga que externalizar» el servicio y los trabajadores critican, asimismo, que no se cubren las plazas de quienes se jubilan. CSIF mostró ayer su apoyo a la huelga, destacando la inobservancia de la relación de puestos de trabajo (RPT) negociada con la DGT y que no se ha llevado a cabo la entrega de los resultados de pruebas en lugares seguros para los examinadores, la comunicación diferida de las calificaciones o la reducción del número de pruebas diarias en cumplimiento de la normativa europea.

Pablo Jiménez lamentó los perjuicios que se pueden generar con el paro a las autoescuelas y los usuarios. El presidente de la Asociación de Autoescuelas de Córdoba, Rafael Cruz, admitió ayer que la huelga es «totalmente ruinosa», recordando que el 70% de su actividad anual se concentra en esta época del año. Los retrasos en los exámenes, el impacto negativo en la formación y la bajada de la demanda por parte de los alumnos, que se enfrentan a la inseguridad de no saber cuándo podrán examinarse, fueron algunas consecuencias subrayadas ayer por Cruz.