El Hospital Universitario Reina Sofía ha puesto en marcha una divertida ruta hacia el quirófano para reducir la ansiedad y miedo que los pacientes pediátricos presentan ante una intervención quirúrgica. Concretamente, los profesionales de la Unidad de Gestión Clínica (UGC) de Cirugía Pediátrica han impulsado esta iniciativa que trata de reducir el estrés emocional que genera en los niños saber que tienen que operarse mediante un simulacro de ingreso y ofreciendo una experiencia prequirúrgica.

La ruta comenzó a realizarse a mediados de septiembre y hasta el momento se ha acompañado a siete grupos de pacientes y familiares a recorrer todas las áreas por las que los menores que tienen ser intervenidos pasarán durante su estancia en el hospital. Así, los 21 menores que ya han participado han podido conocer en primera persona dónde se ubican los diferentes servicios, qué profesionales les atenderán, cuáles son las funciones de cada uno de ellos y cómo cuidarán de su salud. Concretamente, los niños visitan el quirófano, planta de hospitalización, colegio hospitalario, hospital de día, bahía de quirófano y consulta de cirugía pediátrica a través de un juego hospitalario, siendo los niños activos y colaboradores en dicho proceso.

Según ha explicado la directora de la UGC de Cirugía Pediátrica, Rosa María Paredes, "uno de los momentos más tensos emocionalmente para los niños que van a someterse a una intervención quirúrgica es el de la separación de sus padres, el miedo a lo que se les va a hacer y a no volver nunca con ellos. Con esta ruta pretendemos disminuir la tensión emocional al hacer familiar para los pequeños todas las estancias por las que pasarán y los profesionales sanitarios que les cuidaran. Esto hace que no les de miedo quedarse en manos de ellos antes de dirigirse al quirófano". Sin duda, añade, “informarse mejor sobre el procedimiento y la hospitalización les ayuda a prepararse, a aliviar la ansiedad y les da la oportunidad de ver, tocar y escuchar al equipo médico”. Esta iniciativa se enmarca en toda la estrategia de humanización de la asistencia sanitaria al paciente pediátrico.

SIMULACRO DE INGRESO

Para hacerles la ruta más dinámica y divertida, los menores se disfrazan de profesionales sanitarios y reciben un kit de material sanitario (que se les regala) para que puedan practicar algunas de las técnicas que se les van a realizar a ellos tanto durante la visita como en su domicilio, a fin de reforzar el aprendizaje hasta el día de la intervención quirúrgica.

Por otro lado, según ha explicado una de las enfermeras impulsoras de esta iniciativa, Carmen María Chaparro, “existe evidencia de que el estrés que se produce en los menores puede derivar en alteraciones del comportamiento creemos que de esta forma ayudaremos a que nuestros pacientes se familiaricen con el entorno hospitalario”.

El proceso quirúrgico se hace más cercano y menos hostil a través del conocimiento e información que adquieren ese día. De este modo, los futuros encuentros con el ámbito hospitalario no causarán temor, “ya que ellos conocen el por qué de cada cosa que les hacemos, están familiarizados con el ambiente físico y comprenden las necesidades”, señala Chaparro.