Qué mejor plan para disfrutar de una tarde en familia, tras una larga y estresante jornada laboral, que apagar la televisión y sentarse en torno a un brasero (o el aire acondicionado, según la estación) para dejar volar la imaginación de padres e hijos en torno a un buen libro.

Ese es el objetivo que persigue el proyecto Leer en familia , puesto en marcha por la Delegación de Educación, que apuesta de esta forma por contagiar el hábito lector a los niños cordobeses transmitiendo el gusto por la lectura de padres a hijos, como si de un gen se tratara. "Las familias se comprometen a compartir cada día un poco de tiempo de lectura con sus hijos, entre 10 o 15 minutos como mínimo, dependiendo de la edad, para lo cual se puede utilizar cualquier tipo de texto, tanto de la biblioteca familiar como libros prestados del colegio o libros sugeridos por vecinos o amigos", según la delegada de Educación, Antonia Reyes, que ayer hizo entrega de los premios ligados a este proyecto. En las cuatro ediciones del programa Leer en familia , han participado 165 centros educativos, 104 de Infantil y Primaria y 61 de Secundaria, a los que hay que sumar las familias (casi 12.000) que se han apuntado a la iniciativa. Como no podía ser menos, los premiados, que recibieron el galardón entusiasmados, ayer recibieron un paquete de libros y un trofeo alegórico sobre la lectura y la familia, elaborado por la Escuela de Arte Dionisio Ortiz.

Las tres familias ganadoras fueron las de M Teresa Romero (colegio Nuestra Señora de las Veredas), Cei Ridout Murakushi (colegio Iznájar Norte) y Carlos Trujillo (instituto Antonio Gala). En cuanto a los centros, la Junta premió a los colegios Juan de Mena y Hernán Ruiz y el instituto La Escribana.