Los inspectores de Hacienda citados como peritos en el juicio al empresario y exconcejal de UCOR Rafael Gómez y sus cuatro hijos por fraude fiscal aseguraron ayer que en Arenal 2000 «quisieron tapar el importante beneficio del 2006 (97 millones de euros) y adelantaron las pérdidas del 2007». Además, señalaron que «disfrazaron» operaciones para buscar una «ventaja fiscal» y resaltaron el «desorden» y «desbarajuste» contable que había en el grupo de empresas.

“Gómez es como si fuese Dios”

El fiscal sostiene en su acusación que Arenal 2000 registró contablemente dotaciones para provisiones por depreciación de existencias, en concreto, unas esculturas de granito y unos terrenos de Tremon y de Tablada. Uno de los inspectores calificó estas depreciaciones de «impresentables», pero los peritos propuestos por la defensa insistieron en que la empresa aplicó el principio de prudencia contable. Sin embargo, «una cosa es ese principio y otra es anticipar pérdidas para esconder beneficios muy elevados», respondió uno de los expertos de Hacienda. Según expuso, las esculturas eran, supuestamente, para una promoción en La Palomera, pero el terreno era rústico y no había «planeamiento ni parcelación». «En Urbanismo se echaron a reír cuando preguntamos», desveló. Así es que esa inversión en estatuas era «irracional económicamente», aseguraron.

También mantiene el fiscal que tanto en Arenal 2000 como en Arenal 2001 hubo ocultación porque aportaron inmuebles a otras sociedades del grupo y tributaron por debajo al acogerse a una reducción fiscal por reinversión. A este respecto, los inspectores de Hacienda destacaron que estas operaciones se «disfrazaron contable y contractualmente» para buscar una «ventaja fiscal». En este punto, como ya hicieron el lunes, insistieron en que aunque viendo las actuaciones una por una podrían no considerarse delito, «mirar el bosque te permite ver un ánimo fraudulento». Sin embargo, los peritos de la defensa apuntaron que lo que hay es un «conflicto» en la aplicación de la norma y que hablar de ocultación es una «temeridad».

«DESBARAJUSTE» CONTABLE // En lo que coincidió uno de los peritos propuestos por la defensa con los inspectores de Hacienda es en que la contabilidad del grupo de Gómez era «desordenada», lo que llevó «a errores no intencionados». En concreto, esta afirmación la hizo al analizar uno de los curiosos casos incluidos en la acusación. Según el fiscal, GIA 2000 compró unas parcelas en Torremolinos y las donó en julio del 2004 al Ayuntamiento malagueño. Sin embargo, dos meses después, las mismas parcelas las vendió a Arenal 2001. «Fue como consecuencia del desbarajuste que había en la contabilidad», dijo el perito de la defensa. Tanto que «al final se acabó pagando bastante más y fue perjudicial» para Arenal 2001, añadió.