Antonio Ruiz reconoce que el temporal del 14º Congreso Provincial del PSOE ha dejado algunos damnificados. El recién nombrado número 1 de los socialistas cordobeses no se siente heredero de nadie en particular, aunque habla de la entrega de Juan Pablo Durán; y resta importancia a su enfrentamiento con Rafi Crespín en el cónclave. «Cosas de congresos», dice. Con 47 años recién cumplidos solo cree en la receta del equipo y de las horas, y confiesa que tiene la suerte de contar con la complicidad de quienes más sufren sus ausencias: su familia, en especial su hija, y sus amigos. Por cierto, como alcalde de Rute da por inaugurada la temporada de anís. «Los dos meses que vienen en mi pueblo son el verano de Fuengirola», dice orgulloso el también presidente de la Diputación de Córdoba.

-Antes de entrar en faena, es hoy inexcusable preguntar por Cataluña. ¿Cómo ve la situación?

-Expreso mi total apoyo a todas las actuaciones que se llevan a cabo en el marco constitucional y que tienen como objetivo inequívoco el restablecimiento de la legalidad en Cataluña, después del ataque gravísimo a nuestra democracia. También quiero trasladar un mensaje de confianza para los cordobeses y todo mi apoyo a todos los catalanes después de que este desafío independentista haya fracturado la convivencia de familias, amigos y municipios catalanes. Todos deben estar convencidos de que los demócratas trabajaremos para restablecer el Estado de Derecho.

-¿Con qué decisión se ha estrenado como secretario general del PSOE de Córdoba?

-En el congreso ya anuncié algunas, que pueden, parecer menores, pero para mi no lo son, como es dar protagonismo a nuestros alcaldes y concejales en la oposición. Considero que el municipalismo es las raíces, el tronco y las ramas del PSOE y que todo el partido a nivel orgánico e institucional está al servicio de todos los ayuntamientos para que consigamos una provincia más desarrollada, vertebrada y en la que no se deje a nadie atrás.

-¿Cómo vivió usted el congreso?, ¿Fue tan animado por dentro como se vio desde fuera?

-Más. Los congresos siempre tienen que ser así. Hay que intentar construir un órgano de dirección que represente a la mayoría. Es difícil articular las expectativas, pero estoy muy satisfecho porque se consiguió una ejecutiva integradora, unida y fuerte. No en vano obtuvo más del 90% del respaldo.

-¿Qué pasó en el congreso desde las 17.30 hasta las 23.30 horas, que se logró el acuerdo?

-Las negociaciones siempre duran hasta el último momento en el afán de que cuanto mayor sea el respaldo y la integración, mejor. Todos los congresos que he vivido son de esa índole, entiendo que son procesos propios de la negociación y lo importante es que el resultado tenga el respaldo lo más mayoritario posible, como así ocurrió.

-¿Había o no había un documento firmado con Rafi Crespín para pactar la ejecutiva? Ellos hablaban del 50% y la secretaría de Organización y a eso de las nueve de la noche del sábado anunciaron que no estaba segura ni esa secretaría. ¿Eso fue así?

-Repito, eso son circunstancias del propio congreso. Efectivamente, había un pacto que lógicamente se respetó como los resultados así evidencian.

-Entiendo, entonces, que todo lo circunscribe a las peleas lógicas de los congresos y que todo está solventado.

-Sí, sí, son cuestiones congresuales. Algunos me decían que con un proceso de primarias hay más margen de tiempo y había quien vaticinaba que por ello iba a ser un congreso corto, pero yo sabía que todos los congresos al final se alargan porque existen negociaciones y todas con el afán de dar cabida al mayor número de personas y de representaciones posibles. Lo que tienes que buscar es que el resultado tenga la confianza mayoritaria, que va en el porcentaje de apoyo, y fue altísimo.

-¿Es la ejecutiva que usted hubiera hecho?

-Sí, estoy muy satisfecho con todo el equipo desde el primer vocal hasta el último, las secretarías de área, de organización, la presidencia… Creo que se ha conformado un equipo fuerte, que va a poder trabajar muy bien frente a los retos que la sociedad nos plantea. Eso es lo que valoro, que salga un partido reforzado y que sea útil a la ciudadanía. Y lo será en la medida en que pueda plantear soluciones a los problemas.

-Hay algunas ausencias y cambios destacables.

-Siempre las hay con más de 75 municipios y 80 agrupaciones. Se tiene que quedar gente sin representación, pero siempre intentas que en el resto de órganos no se quede nadie fuera.

-Y también hay apuestas suyas personales, como la de Lola Amo.

-Sí. Cuando creas un equipo apuestas por gente de la que ya conoces su capacidad de trabajo y en este caso yo jugaba con la ventaja de que, como secretario de Organización, conozco muy bien a la gente de este partido. Repito. estoy muy satisfecho con todas y cada una de las personas que integran la ejecutiva provincial.

-Los ‘sanchistas’ han criticado su falta de sensibilidad para integrarlos, ¿considera que se han hecho bien las cosas con ellos? Ni siquiera hay miembros del comité federal.

-Pretendía hacer una representación mayoritaria del PSOE de Córdoba y creo que está garantizada. Si no fuese así, reitero, el apoyo no habría sido tan alto.

-Hubo críticas de voces serias sobre irregularidades en el recuento de avales de las primarias. ¿Quedó suficientemente esclarecido el proceso?

-Para mí fue un proceso ejemplar. Siempre que se confrontan en un proceso interno personas, lógicamente, hay críticas. Pero fue un proceso con absoluta garantía, con una participación ejemplar de la militancia, que habló claramente en el proceso de recogida de avales y que con las normas del PSOE tuvo el resultado que tuvo. Agradezco enormemente todo el apoyo que he recibido estas semanas. Los procesos internos son importantes porque definen la estructura de una organización. En nuestro caso, de la manera más democrática posible, pero lo realmente importante para los que estamos en política es el trabajo para mejorar nuestra sociedad y la calidad de vida de los ciudadanos. Lo que me apasiona es el servicio público. Lo único que me guía a la hora de asumir nuevas responsabilidades es mejorar la calidad de vida de la provincia y en eso el PSOE es una garantía, lo ha demostrado durante todos estos años: que es una garantía de desarrollo económico, social, de mejora de infraestructuras...

-¿Por qué se metió en política?

-Hubo una parte consciente y otra casual. Estudié periodismo, nunca me había planteado la política como una actividad a la que dedicarme, aunque tenía clara mi postura y que era socialista. Un grupo de conocidos empezaron a trabajar en el PSOE para construir una alternativa en Rute, empecé por ahí y aquí estamos.

-A nivel nacional, parece que el PSOE sigue teniendo al menos dos voces, ¿no han terminado de coser o es su ADN?

-La pluralidad, los matices y las opiniones siempre han sido habituales en el PSOE. Creo que enriquece cualquier proyecto y de verdad creo en la democracia. Pude estar más o menos de acuerdo con una opción, pero, una vez que terminaron las federales, tenemos un secretario general que se llama Pedro Sánchez, y es de todos y tenemos una secretaria en Andalucía, Susana Díaz, que es de todos. No veo otra interpretación ni ninguna ventaja en mantener diferencias tras los procesos internos.

- ¿Hasta qué punto se siente heredero de Juan Pablo Durán?

-Me siento heredero...

-De momento de sus cuadros, que siguen en su despacho, ¿no?

-No ha habido tiempo todavía de darle un toque personal, sí. Me siento heredero del trabajo de todos los hombres y mujeres socialistas que nos han precedido. Juan Pablo me parece una persona honesta, que ha dedicado su vida intensamente a trabajar por el partido y la provincia y es una persona a la que le tengo mucho cariño. Con nuestras coincidencias y nuestras discrepancias. Hay que reconocerle la dedicación, la pasión y la entrega que ha tenido por el partido y la provincia.

-¿Le ha dado algún consejo?

-No es mucho de dar consejos, y yo recojo lo que otras personas opinan, pero tengo los principios claros de por dónde debe pasar la gestión del PSOE. A pesar de que estamos saliendo de esta crisis, no lo estamos haciendo todos igual. Los que hemos pasado por ayuntamientos lo sabemos bien. El PSOE tiene que centrarse en que todos esos problemas tengan una respuesta. Seguir defendiendo lo que siempre nos ha definido, que es la igualdad en la educación, la sanidad, acceso al empleo, vivienda y la de género. Las mujeres socialistas han trabajado mucho para lograr ese avance y ahora tenemos que recuperar lo que se ha perdido y seguir en esa cuestión, que no es una opción política, sino de justicia.

-En el congreso dijo que la Diputación ha pasado de ser «un cortijo» a ser «una herramienta útil», se pasó un poco, ¿no?

-No. Eso lo escuché yo siendo portavoz del gobierno socialista, que utilizábamos la institución como si fuera un cortijo particular. Me chocaba porque no somos gente de cortijo y dije que cuando llegó el PP a la institución provincial sí que entendimos lo que querían decir. Eso es algo que hemos revertido porque una institución se debe a todos los ayuntamientos, independientemente de su color. En 4 años del PP muchos alcaldes socialistas ni siquiera fueron recibidos. Ahora mismo no hay ningún alcalde que no pida una cita con el presidente de la Diputación y se le atienda personal e inmediatamente. Estamos en ese permanente apoyo a todos los ayuntamientos sin distinción. El PP destinó a los planes provinciales 14 millones de euros, nosotros 29, el doble, y un plan extraordinario al que hemos destinado otros 14 millones. El cambio es algo que reconocen todos los alcaldes independientemente de su color político, unos en privado y otros públicamente.

-¿Cómo valora su relación con IU en la Diputación?

-También de manera muy positiva, está siendo una gestión con mucha normalidad. No tener mayoría absoluta te obliga a dedicar más energía a buscar consensos. Fuimos los primeros en la historia en aprobar con cinco grupos por unanimidad unos presupuestos. Eso pasó una vez, aunque no sé si volverá a pasar más.

-Despertó el aplauso del plenario cuando se refirió a Ambrosio en su intervención y subrayó que todo el partido «está con ella». ¿Ha tratado mal a la alcaldesa de Córdoba el partido?

-La alcaldesa de Córdoba responde a ese sueño que teníamos muchos socialistas de gobernar la capital, por tanto tiene todo el apoyo del partido para su gestión, pero le puedo garantizar que por mi parte cuenta con todo el apoyo y, además, el Ayuntamiento de Córdoba, con su alcaldesa a la cabeza, es una de las cuestiones principales para nosotros.

-¿Repetirá de nuevo como candidata a la Alcaldía de Córdoba?

--No lo dudo. Seguro.

-¿Cómo valora el trabajo que está realizando?

-Muy positivamente. La Corporación local tiene los números que tiene, exige ese esfuerzo de consensuar las decisiones, pero, desde luego, Córdoba ha dado un salto cualitativo en cuanto a sensibilidad social y al progreso inclusivo de toda la ciudad en el modelo de ciudad que tenemos los socialistas y encabeza Isabel.

-¿Quién decidirá cómo será el órgano para unificar las voces de las agrupaciones socialistas de la capital?

-Serán las agrupaciones locales las que decidan, de manera consensuada con la dirección provincial, cuál será el modelo que prefieren para Córdoba capital.