¿Quién dijo que los hijos del Cuerpo deben dedicarse en exclusiva a la tarea de Guardia Civil? ¿Quién dijo que el sueldo permite vivir sin estrecheces y no haga falta buscar un trabajo extra? Hasta hace poco, encontrar a un guardia civil compatibilizando su actividad normal en el Cuerpo con otro empleo fuera era imposible. Muchos agentes anhelaban sacar algún ingreso extra en otras tareas pero nunca fue legal sin una autorización expresa. Más de uno se aventuró sin éxito a ir a los juzgados para reclamar lo que consideraba un derecho. Hasta que un juez sentó jurisprudencia al respecto autorizando la segunda actividad de un guardia civil. Desde entonces, los casos se están multiplicando.

En Córdoba, el abogado de la Asociación Unificada de Guardias Civiles, Miguel Carbajo, ha asesorado a quienes se han embarcado en esta aventura legal y pese a las negativas del Ministerio del Interior ya ha logrado la autorización para catorce agentes en la sala de lo contencioso administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Otros tres están pendientes de que se les autorice. Hace dos años, Carbajo logró el permiso para un psicólogo, un perito judicial y un mecánico. La lista ha seguido creciendo y ahora hay dos guardias que también pueden trabajar como electricistas, uno que puede ejercer como piloto de drones, otro como abogado y uno más que ha pedido autorización para trabajar en el sector de la hostelería.

Pepe (nombre ficticio) lleva toda la vida haciendo trabajillos como mecánico de forma clandestina, pero en enero del 2016 obtuvo la autorización para hacerlo de forma legal. «Los días de descanso acudo al taller y, según el turno que tenga, el resto de días voy por la mañana o por la tarde», explica. Padre de dos hijos, a sus 49 años lleva treinta años en la Guardia Civil. «Entré en el Cuerpo como auxiliar cuando tenía 17 años y desde entonces...». En su larga trayectoria profesional ha estado destinado «en la cárcel, en Seguridad, en Burgos, en Información, en el País Vasco... yo qué sé, en muchos sitios». La mecánica siempre fue su «afición de toda la vida» y pese a que «antes no te autorizaban a trabajar en otra cosa de ninguna manera», nunca dio de lado a esta actividad. «Los sueldos han ido bajando y cuando tienes dos hijos estudiando sin ingresar nada, tienes que pagar una hipoteca y demás, el salario te da solo para ir tirando, así que tienes que buscar ingresos extra por donde sea», explica sincero. A día de hoy, uno de sus hijos ha seguido sus pasos y ambos tienen un taller en el que todo está a nombre del hijo. «Yo pago mi autónomo y figuro como colaborador porque la autorización te la dan con la condición de que la segunda actividad no interfiera en tu trabajo como guardia civil, que sea algo secundario», comenta, «en estas condiciones solo puedes trabajar en un negocio familiar porque no puedes cumplir un horario fijo y en la Guardia Civil tenemos turnos... sería muy complicado». En situación muy parecida está el abogado, el psicólogo o el perito inmobiliario, colaboran o están en vías de colaborar como autónomos con empresas a las que les viene bien contar con alguien que eche unas horas en tareas concretas sin tener que ir a una oficina cada día con un horario establecido.

La Asociación Unificada de Guardias Civiles afirma que «todos los que solicitan compaginar su actividad con otro trabajo pertenecen a la escala básica de cabos y guardias», algo que achacan a los recortes salariales y a que los que pertenecen a la escala básica son quienes «perciben las retribuciones más bajas de los cuerpos policiales y tienen un complemento de productividad ridículo, que permite engrosar los complementos de las escalas más altas». Además de comprometerse a que el servicio preva lece sobre la otra actividad, existe un límite salarial para que se conceda la autorización. «Tu complemento específico singular no puede superar el 30% de las retribuciones básicas y, salvo los agentes de Tráfico, nadie de las escalas básicas supera ese límite». De ahí que las solicitudes procedan de esta franja. El perfil de los que lo piden es variado. «Hay gente mayor, con los hijos en paro, que necesita un extra y jóvenes que se han sacado la carrera una vez dentro y quieren ejercer de vez en cuando».

Para evitar el pluriempleo de los guardias civiles, el cuerpo que menos cobra en España (los autonómicos y locales, los que más), AUGC reclama que se equipare el salario de estos al del resto de cuerpos policiales.