Lo dice el refrán: "Un grano no hace granero, pero ayuda al compañero". Una verdad como un templo que a diario hacen realidad con su trabajo los voluntarios del Banco de Alimentos, que ayer poblaron todo tipo de supermercados de la provincia de Córdoba para animar a los usuarios a aportar su granito de arena y ayudar a las familias que están sufriendo los efectos de la crisis a tener el sustento garantizado. Desde primera hora de la mañana, en establecimientos grandes y pequeños se repartían bolsas para solicitar donaciones de productos no perdecederos, principalmente, legumbres, aceite, conservas, leche y alimentos infantiles. "La gente ya sabe quiénes somos y la mayoría colabora con lo que puede, no nos podemos quejar de la respuesta de los cordobeses que es muy generosa", comentaba ayer un voluntario al tiempo que detallaba a los clientes de un supermercado los productos más necesarios este año.

Rodeados ya de adornos navideños y chocolatinas, la ciudadanía acepta de buen grado rascarse el bolsillo para que a nadie le falte lo básico en las fiestas que se acercan. Aunque no faltaron críticas al sistema y a la corrupción: "Por su puesto que voy a colaborar con lo que puedo, de hecho, tengo una hija a la que ayuda Cáritas porque tiene dos niños, ella está en paro y su marido gana muy poco, pero no puede ser que todo tenga que salir de abajo y que mientras unos pasan hambre haya quien se esté forrando", comentaba Celia, una señora mayor del Campo de la Verdad nada más depositar su bolsa llena de comida.

Por la tarde, Joaquín Cabello, gerente del Banco de Alimentos, mostraba su satisfacción por la respuesta obtenida el primer día de recogida. "Aún no tenemos datos, las furgonetas están trabajando y recogiendo cajas por todas partes, pero creemos que va muy bien, lo que sí puedo decir es que los pequeños comercios están superando las previsiones del año pasado", señaló. Según Cabello, los establecimientos pequeños han recibido la misma cantidad de cajas que el año pasado y ayer muchos de ellos llamaron para pedir más porque tenían todo lleno. "Si eso está ocurriendo en los pequeños, lo lógico es que los grandes, a los que hemos suministrado más cajas en prevención, también estén recogiendo más". A última hora de la noche, los equipos de trabajo se preparaban para el día grande. Hoy, mucho más.