Un 6,5% de la población cordobesa, 51.432 personas, tienen reconocida una discapacidad igual o superior al 33%, según los datos de la Junta, aunque esa cifra podría ser de unos 70.000 cordobeses (9% de la población), pues no en todos los casos se tiene valorada esta situación.

«Uno de los principales problemas que siempre han sufrido las personas con diversidad funcional y que todavía persiste, aunque se hayan producido destacados avances, es la necesidad de que existan más recursos humanos y materiales para que las personas con discapacidad, que tienen los mismos derechos que las demás, puedan beneficiarse de una formación y de una inserción laboral adaptada a sus necesidades, para situarse en las mayores condiciones de igualdad posibles que el resto de población», señala Sara Rodríguez, presidenta de Fepamic, entidad que agrupa a 36 asociaciones con discapacidad de Córdoba. «Cada vez son más los jóvenes con discapacidad que, por ejemplo, llegan a la Universidad o que acaban estudios medios, pero queda por hacer y al frente de esa lucha estará siempre el asociacionismo», indica Rodríguez. Precisamente, los principales logros en la mejora de la situación educativo-laboral de las personas con discapacidad han sido posibles, sobre todo, gracias al surgir de asociaciones que agrupan a personas con discapacidad. Colectivos que, a lo largo de las cuatro últimas décadas, con recursos propios y con el apoyo de administraciones y sector privado, han venido impulsando actidades formativas y empresas para sacar de la exclusión educativa y laboral a quienes tienen capacidades diferentes.

En el ámbito laboral, la nueva ley de discapacidad andaluza establece para las ofertas de empleo público y las bolsas de trabajo temporal la reserva de un cupo no inferior al 10% de plazas para personas con discapacidad (frente al 7% actual) y se reserva por primera vez el 1% de puestos para personas con enfermedad mental. «Apoyamos esta ley, pero esperamos que la misma se dote de un presupuesto para llevar a cabo los avances que contempla en materia de empleo y en otros ámbitos», resalta Sara Rodríguez.El paro es uno de los principales problemas de los cordobeses, pero en el caso de la población con alguna discapacidad se agrava, «ya que muchos optan por no inscribirse como demandantes de empleo al no recibir nunca ofertas», lamenta la presidenta de Fepamic. En el 2016 Córdoba se situó como tercer municipio andaluz en efectuar más contratos a personas con discapacidad, pero la realidad es que esos puestos representaron solo un 1,4% del total de los empleos que beneficiaron a la población general.

Otra barrera que sigue sin derribarse para las personas con discapacidad es la de la accesibilidad, pues el real decreto que obliga a edificios públicos y residenciales a ser más accesibles vence mañana, sin que se haya llegado a cumplir, desde hace más de 30 años que se viene aplazando, denuncia Rodríguez. La presidenta de Fepamic recuerda, con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad que es hoy, que para que haya igualdad debe haber accesibilidad total y la misma «aún no es real».