El presidente de la Gerencia de Urbanismo, Pedro García, defendió ayer la legalidad de la construcción de un nuevo parque comercial en la carretera de Palma, si bien dijo que no habrá ningún movimiento más hasta que no se reúna con el Consejo del Movimiento Ciudadano, que ha sido muy crítico con la iniciativa porque puede afectar de manera negativa al pequeño comercio. En cualquier caso, el presidente de Urbanismo negó que se trate de un nuevo parque comercial, sino que es «el cerramiento de uno que ya existe» y dijo que, a diferencia del centro comercial de Rabanales 21, no habrá que hacer ninguna innovación en el PGOU. «En el planeamiento aquello es una zona comercial y solo se va a hacer el cerramiento de las cuatro naves que ya existen», dijo ayer.

Pese a reconocer que a él no le gustan los centros comerciales, García defendió «la legitimidad» de los propietarios de los terrenos de la carretera de Palma para desarrollar esta iniciativa, al tiempo que afirmó que el equipo de gobierno no va a hacer nada «en contra de los intereses generales de la ciudad».

También se pronunció sobre este asunto la alcaldesa, Isabel Ambrosio, que pidió «tranquilidad» tanto a los vecinos como a las asociaciones de comerciantes, con quien ayer el presidente de Urbanismo no dijo que iba a reunirse. Ambrosio indicó que entiende que hayan expresado «su descontento por una iniciativa que estaba cerrada desde algún tiempo», si bien advirtió de que se sentarán para darles «las explicaciones oportunas» a ambos colectivos.

El coportavoz del Ganemos Córdoba, Rafael Blázquez, por su parte, criticó ayer la «incoherencia política» del gobierno municipal de PSOE e IU y consideró que «fomentar parques comerciales a las afueras de la ciudad es contrario a promover la movilidad sostenible o a decir que se defiende el comercio vecinal», de modo que «no tiene ningún sentido hablar de movilidad sostenible y al mismo tiempo estar defendiendo grandes parques comerciales en el extrarradio».