Alberto Garzón, candidato de Izquierda Unida a la Presidencia del Gobierno en las próximas elecciones generales, presentó ayer en Córdoba la candidatura de Unidad Popular y justificó que su no adhesión al pacto contra el terror islamista firmado por otros partidos se basa en que las actuaciones de Occidente en Oriente Medio "han alentado el fanatismo yihadista y los beneficios de los traficantes de armas".

La doctrina que va de Bush a Hollande en Siria e Irak ha vulnerado los derechos humanos "y solo sirvió para generar caos y miseria", de ahí que contra el terrorismo yihadista haya que ser "implacables, pero actuar con inteligencia".

Combatir el terrorismo "de forma inteligente es hablar en un debate centrado, lo que implicaablar de cómo se financian los grupos terroristas", ya que existen "países cómplices, como Turquía, que lleva años bombardeando a las milicias laicas kurdas que luchan contra el Daesh". Insistió en que "es nuestra obligación tomar la palabra y decir no a la guerra y no a la OTAN".

En otro orden de cosas, Garzón destacó que cuando IU "tiene capacidad de gestionar lo hace pensando en la gente" y "lo que queremos es que la administración pública" gobierne de cara a los ciudadanos. Añadió que estamos en un momento en el que "todos los partidos están tratando de ser UCD, de viajar al centro y sentimos que tratan de excluir a la candidatura de Izquierda Unida del debate", lo que a su juicio es "un acto antidemocrático".

Por su parte, la cabeza de lista de Unidad Popular, Antonia Parrado, resaltó que la candidatura ha sido "el resultado de un proceso democrático y limpio" en el que han participado "hombres y mujeres dispuestos a darlo todo". Dijo que "vamos a la construcción de un nuevo país", pues este "se derrumba" y que "no podemos consentir la pobreza, el paro y los jóvenes yéndose" al extranjero en busca de trabajo.