Treinta y cinco minutos de reloj necesitó ayer el primer teniente de alcalde, Pedro García, para hacer balance del primer año de gobierno municipal, y ello a pesar de que había anunciado que su intervención sería «brevísima». Hizo un repaso de cada una de las áreas municipales que IU tiene bajo su poder y lo hizo ante la atenta mirada de sus tres compañeros de filas, a los que elogió por su trabajo. A pesar de ello, García reconoció que sólo pueden estar «moderamente contentos» por la gestión realizada, y ello se debe, apuntó, a que «ha sido un año de gobierno dificilísimo».

El hilo conductor de la política municipal que pilotan PSOE e IU, con el apoyo de Ganemos, se basa en un documento de 51 medidas que aprobaron como paso previo a la investidura de Isabel Ambrosio como alcaldesa. La ejecución de dichas actuaciones «no ha hecho nada más que empezar», indicó el también responsable de Urbanismo, quien dijo que por el momento se ha llevado a cabo el 20 por ciento de dichas medidas. Pedro García hizo hincapié en que el objetivo principal de su formación al frente del gobierno municipal ha sido «crear un modelo de ciudad que ponga el foco en las personas y en sus necesidades más urgentes». A su juicio, ese es un reto conseguido «con esfuerzo, ilusión y valentía». Como ejemplo, citó que en la actualidad los servicios sociales municipales atienden en unos 40 días a las familias en situaciones extremas, mientras que en la anterior Corporación, aseguró, tardaban unos cinco meses. «Eso es cambiar el modelo de ciudad», manifestó García, quien afirmó que si no se ha podido avanzar más en las políticas de izquierdas es porque «ha sido un año de deconstrucción de lo que había», en relación a lo andado por el gobierno municipal del PP.

El número dos del equipo de Isabel Ambrosio cargó contra los populares y aseguró que «fueron cuatro años demoledores». Como muestra, citó el desequilibrio que, a su entender, se creó entre los barrios durante el mandato de José Antonio Nieto. Fuensanta, Palmeras, Moreras, Fátima... «Nosotros desde Infraestructuras hemos logrado en un año volver a equilibrar la ciudad, y ha sido con el programa Mi barrio es Córdoba, que ha contado con la participación colectiva».

UN URBANISMO PARA TODOS / Pedro García situó el área de Urbanismo que dirige como el faro de ese nuevo concepto de ciudad que asegura se ha impuesto desde que su formación gobierna en la capital. «En ese nuevo modelo, la Gerencia es un elemento vertebrador que permite que los cordobeses disfruten y vivan su ciudad». En otros momentos, apuntó, el organismo autónomo «ha estado al servicio de otros intereses». García insistió en este punto y aseguró que «le hemos dado un giro de 180 grados a Urbanismo para que sólo esté al servicio de los ciudadanos».

Entre las dificultades de este año de gobierno, el primer teniente de alcalde se refirió a los «retos ideológicos que hemos abordado y que a veces a la ciudadanía le cuesta entender, quizás porque necesita mayor pedagogía política». Así, habló de la ciudad deportiva, Rabanales 21 o Cosmos. Sea como sea, hizo hincapié en que «no nos hemos arrodillado ante las presiones de ningún lobby y no lo vamos a hacer». Pedro García anotó que «tenemos la conciencia muy tranquila de que en todo momento hemos hecho lo mejor para Córdoba» a pesar, insistió, «de soportar terribles presiones».

En su balance de lo avanzado en este primer año, el responsable municipal destacó que «hemos vuelto a construir la participación ciudadana, que había desaparecido», la puesta en valor de viviendas propiedad de los bancos que estaban cerradas o el incremento de las ayudas de emergencia, que «han crecido un 300% en un año». «Hemos salvado los centros de mayores, logrado una ciudad más solidaria y los servicios públicos han vuelto a tener prestigio». Todo ello, apuntó, a pesar de que «para el PP parece que no hemos hecho nada». Como muestra, el espacio elegido para hacer el balance: la plaza de la Unidad, en pleno Sector Sur. «Es un ejemplo de que no hemos estado parados», afirmó.