La asociación Galgos del Sur acudió ayer al centro de control animal de Sadeco para recoger a seis galgos abandonados con los que ya suman 215 perros rescatados en lo que va de año. Según su portavoz, de los seis que recogieron ayer cuatro fueron depositados por cazadores en la perrera y otros dos han sido incautados en una parcela por la Policía Local tras recibir una denuncia del «estado lamentable en el que se encontraban». Esta misma semana, recogieron a otro perro atropellado, herido en Bujalance, y una galga con 10 cachorros.

De los 215 galgos rescatados en la provincia a lo largo del año, la mayoría han aparecido abandonados en las calles de los pueblos y en barrios como Palmeras o Moreras, donde al parecer son abandonados por sus dueños, aunque también han retirado perros depositados en las perreras de Córdoba y Lucena. Hasta la fecha, ya han sido adoptados 163 animales, 28 de ellos en España y el resto en países del norte de Europa como Alemania, Finlandia y Holanda.

Según Galgos del Sur, más del 90% de los animales que la asociación rescata son abandonados por cazadores, «que los dejan a su suerte antes de que empiece la temporada, cuando comprueban que no les sirven para la caza de liebre».

El delegado en Córdoba de la Federación de Caza, Francisco Javier Cano, negó ayer que esos galgos sean abandonados por los cazadores, si bien señaló que «existen mafias que se dedican a robar estos perros para comprobar su valía y luego venderlos o dejarlos abandonados si no les gustan». Según Cano, en esos casos «hay que comprobar el microchip o, en su ausencia, el tatuaje que lleva el animal para comprobar quién es el propietario porque muchos son robados». Asimismo, señala que «los datos del Seprona indican que solo un 14% de los perros abandonados son perros de caza». La mayoría de los cazadores, según su testimonio, «mantienen en sus casas a los perros cuando no sirven para cazar porque son un miembro más de la familia».