La compra de fincas agrarias se mantiene como un valor refugio para los inversores cordobeses, que ven en la tierra un gran atractivo para destinar sus ahorros. Eso ha provocado que por tercer año consecutivo la compra de tierra haya crecido en Córdoba y que los precios registren un fuerte incremento, que consolida la subida del 2015 y 2016. Hasta octubre ya se habían transmitido 2.596 fincas rústicas, lo que supone un 6,4% más que en el mismo periodo del 2016. Con esta tendencia, Córdoba superará la cifra más alta de ventas desde el año 2008, cuando se adquirieron 3.288. «La compra de fincas por empresarios relacionados con la industria del aceite, pero también de otros sectores, ha provocado un fuerte incremento del precio de la tierra, sobre todo en la tierra de labor de riego», afirma Luis López-Crespo, ingeniero agrónomo y tasador de la empresa Promasta. López-Crespo reconoce que en el último semestre del 2017 se produjo un fuerte crecimiento de las compras y del precio. «Se está pagando una barbaridad por fincas de naranjos, pero también por tierra de labor para cultivar almendros y olivar en regadío», puntualiza este experto tasador, que remarca que el precio real de la finca se ha situado de nuevo por encima del valor de tasación. «Hay zonas en las que se está pagando entre 35.000 y 40.000 euros por una hectárea de olivar, como sucede en la comarca de la Subbética, aunque también hay precios muy altos en la sierra de Montilla o en la vega del Guadalquivir», explica.

NUEVA BURBUJA

Incluso, llega a hablar de que existe una nueva «burbuja» por el interés de empresarios relacionados con el sector agrario: «No se puede comparar a lo que sucedió en los años anteriores a la crisis económica, cuando se produjo la entrada de inversores procedentes del mercado inmobiliario que provocaron un fuerte incremento de la tierra». Eso está ocasionando que los precios de ahora se acerquen a los que había antes de la crisis económica. Sin embargo, eso no sucede con el valor de las fincas de caza, que salvo que cuenten con aprovechamiento de dehesa para la ganadería del ibérico, ha sufrido un importante descenso en sus cotizaciones.

Precisamente, la Consejería de Agricultura dio a conoce ayer la encuesta de precios de la tierra, en la que Córdoba aparece en el 2016 como la tercera provincia andaluza con un mayor crecimiento al aumentar el valor medio en ese año un 5,3% respecto a las cotizaciones de 2015. Solo en Granada, donde la hectárea se elevó un 10,5%, y en Huelva, con una mejora del 18,7%, hubo una mayor revalorización. En Sevilla aumentaron un 1,2%, mientras que bajó en Cádiz (-1,3%), Málaga (-2,6%), Almería (-5,6%) y Jaén (-6,3%). De esta manera, la media de crecimiento en la comunidad fue del 0,9%, inferior al 1,3% de España.

El valor de las principales tierras agrícolas en Córdoba registraron en el 2016 ascensos entre el 4,4% y el 9,6%, situándose el precio medio en 17.532 euros. Lo más valorado es el naranjo, que alcanza una cotización de 36.448 euros, seguido del olivar para producción de aceite en regadío, que registró una media de 34.759 euros. Después se encuentran el viñedo, con 30.551 euros; el olivar en secano, con 28.129 y la tierra de labor en regadío, que llega a 22.654. La hectárea más barata se registra en la tierra de labor de secano (8.935 euros) y el pastizal (5.438).