Ayer fue un día para sacudirse el susto, hacer balance de los daños en el entorno y mirar hacia el futuro sin dejar de reflexionar sobre el peligro que suponen los incendios en esa zona de interacción entre el casco urbano y la Sierra de Córdoba, todo ello tras el aparatoso incendio en el entorno del Club Mirabueno (antiguo Club Asland) que obligó preventivamente al desalojo del recinto.

Tras una noche del sábado de alarma, en la que las llamas eran visibles desde muchos barrios de los distritos Norte y Levante, además de las urbanizaciones de la Carrera del Caballo y de cientos de usuarios de la N-432 (solo un dato: el Servicio de Emergencias de la Junta 112 llegó a recibir hasta medio centenar de avisos ciudadanos), ayer muchos de los socios del Club Mirabueno llamaban antes de preparar su visita o, simplemente, para informarse.

EL HECHO Y EL RUMOR / «Bueno, han dicho de todo, hasta que había ardido la cabina de entrada. ¡Pero no, hombre! Fue muy espectacular el fuego, muy aparatoso, pero la Policía entró, desalojó a la gente, y todo fue con mucha calma. El fuego se quedó justamente en el límite del club, en el camino junto a la cinta transportadora de material de la cementera», explicaba ayer Francisco Cañete, encargado de mantenimiento del club, que al ser informado del incendio la noche del sábado se personó para colaborar en cualquier tarea precisa. Cañete, por cierto, hacía estas puntualizaciones en una soleada y agradable mañana dominical en la que los socios del Club Mirabueno llegaban con toda normalidad para disfrutar de las instalaciones, sin rastro de ningún incendio. Había que subir a la parte más alta del club para tener un panorama de la zona calcinada, cerca de 20 hectáreas de pastos y monte bajo.

Sin embargo, no hay que olvidar que en las angustiosas dos horas y media de incendio, desde que el 112 y el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) recibieran el primer aviso a las 22.30 horas, la situación fue más que alarmante.

HASTA EL EQUIPO DE SIETE FINCAS / Los bomberos de Córdoba desplazaron 10 bomberos, 4 conductores y 2 mandos y tuvieron que luchar en solitario contra el fuego al estar ocupados los efectivos del Infoca en otro incendio en Pedro Abad. A las tareas de extinción se sumaron los ya especializados voluntarios del Grupo de Pronto Auxilio de Siete Fincas, con 3 vehículos y 14 miembros, y fue pasada la medianoche cuando los efectivos del Infoca pudieron sumarse a las tareas, que continuaron posteriormente para evitar que se reavivase. Los bomberos del SEIS pudieron así retornar a sus bases, en El Granadal y Vista Alegre, sobre las 1.15 horas.