Mañana se cumplen cinco meses de la desaparición de Paco Molina, el chico cordobés de 16 años del que su familia no tiene noticias desde que el pasado 2 de julio saliera a la calle con unos amigos y no regresara a su casa. Su padre, Isidro Molina, lamentó ayer que "seguimos en la misma tesitura y hasta ahora no damos" con su paradero, algo que mantiene a la familia "desesperada" y mucho más ante la proximidad de unas fechas como las navideñas. "De solo pensarlo se nos viene el mundo encima", reconoció. Mientras tanto, explicó que tanto en Córdoba como en Madrid, donde según las pesquisas viajó el menor el 3 de julio, la Policía sigue investigando, pero sin obtener ningún resultado.

Los padres de Paco Molina, que mantienen viva la búsqueda de su hijo a través de las redes sociales, han participado también, durante el pasado fin de semana, en el primer foro europeo de familias de personas desaparecidas celebrado en Ubeda y Baeza, en el que los asistentes han reclamado más medios para facilitar las búsquedas y "una implicación más activa de las instituciones", según explicó Molina.

Las familias, que han denunciado en este foro haberse sentido "desatendidas" y haber "constatado grandes carencias tanto en recursos humanos como técnicos en los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado", según se recoge en el documento de conclusiones, han demandado, entre otros asuntos, la creación de unidades especializadas, la de oficinas de atención y apoyo profesional a las familias, y que haya una "respuesta inmediata" ante las desapariciones, "descartando definitivamente la espera de 24 y 48 horas".

Al finalizar el foro, donde Isidro Molina ha tenido "la oportunidad de compartir situaciones desesperantes de familias al igual que la mía, rotas por la desaparición de un familiar", según Isidro Molina, los participantes reclamaron, igualmente, una información pública sobre el número de personas desaparecidas y las búsquedas abiertas; la creación de un protocolo único que implique a todas las fuerzas de seguridad y garantice la activación de dispositivos de búsqueda y rastreo "incorporando los últimos avances tecnológicos", y la intervención "inmediata" de los ayuntamientos, convocando las juntas locales de seguridad "para actuar sin demora".

EL CASO DE PACO Según el relato de la familia, Paco salió de su casa sobre las siete de la tarde del 2 de julio para dar una vuelta con unos amigos, con los que estuvo hasta las doce de la noche. Antes, sobre las 22.30 horas, le había puesto un mensaje por teléfono al padre diciéndole que no iría a dormir a casa, que lo haría en la de unos amigos. Al día siguiente, tras comprobar que no había sido así, presentaron la denuncia. Más tarde se supo que el mismo día 3 había viajado en autobús hasta Madrid. Desde entonces su teléfono móvil permanece apagado.