Uno de los edificios más llamativos de Córdoba, el palacio de Torres Cabrera, se encuentra a la venta por 12 millones de euros. El edificio, propiedad de la familia Cruz Conde, es uno los productos estrella del Salón Inmobiliario Internacional de Madrid (Sima). Engel & Völkers, compañía de carácter internacional especializada en la venta y alquiler de inmuebles residenciales y comerciales, así como de yates y aviones, es la encargada de su comercialización.

El palacio, que tiene su origen en el siglo XVII, pero que fue reformado en el XIX, en la etapa del conde de Torres Cabrera Ricardo Martel y Fernández de Córdoba, cuenta con 23 dormitorios, once cuartos de baño y un aparcamiento con capacidad para estacionar ocho vehículos. El terreno sobre el que se alza este majestuoso palacio tiene 2.384 metros cuadrados y cuenta con una superficie construida de 2.433 metros cuadrados. El palacio dispone de dos jardines, uno de ellos custodiado por la verja de fundición de entrada, y otro ubicado en la parte posterior con césped y piscina. El palacio tiene además una terraza de 20 metros cuadrados.

Las características de este singular edificio, declarado Monumento por la Consejería de Cultura de la Junta en el 2003, se pueden consultar en la página web de Engel & Völkers, donde un vídeo muestra el palacio por dentro. La compañía explica que “la fachada, de dos plantas de altura, en la que juega la bicromía del fondo de almagra sobre el que resaltan los motivos ornamentales en ocre, se estructura en dos cuerpos salientes que enmarcan otro central, retranqueado, con una terraza”. Añade que “en el cuerpo central se halla un pórtico adintelado ordenado por pares de columnas que dividen en tres el espacio de acceso”.

Web de la inmobiliaria donde se pone a la venta el palacio con fotos y vídeo.

Engel & Völkers indica que “el patio, de planta rectangular, cuyo centro ocupa una fuente octogonal, está rodeado por galería en dos plantas”. Además, señala que “esas arquerías se encuentran actualmente cegadas y presentan incorporados fragmentos de mosaico romano del siglo II después de Cristo, con la obra maestra El Busto de Baco, de incalculable valor”. De la escalera, destaca “su pasamanos de mármol negro con incrustaciones de mármoles blanco y rosado que forman elementos decorativos geométricos”. De las “dependencias más nobles” subraya “el salón del trono, que ofrece una decoración de mediados del siglo XIX con chimenea de mármol, marcos y molduras de yesería, espejos y pinturas de tema floral”.