Los trabajadores de Eroski, hipermercado que cerró sus puertas a finales de octubre tras varios meses de liquidación de mercancía, se concentraron ayer en el centro comercial de El Arcángel, a las puertas del espacio que ocupaba Eroski, para pedir a la empresa que entre en su lugar que los tenga en cuenta. “Eroski dejó en la calle sin ningún tipo de opción a sesenta trabajadores, eliminando de un plumazo el que fue durante más de veinte años su fuente de ingresos”, señalan en un comunicado, “aunque Eroski se fue de la ciudad, nuestro problema no terminó ahí, si bien todo lo contrario”.

Los extrabajadores, que recuerdan que la empresa “los dejó tirados”, insisten en que son profesionales del sector con muchos años de experiencia y reclaman “lo que creemos que es justo, un puesto de trabajo en la empresa que sustituya a Eroski”.