La Federación de Asociaciones Vecinales Al-Zahara, un colectivo que integra a 97 asociaciones de la ciudad y a unas 40.000 personas, ha exigido que exista consenso popular antes de cambiar el nombre de un barrio o de una calle que pudiera entrar en el debate de la memoria histórica. La federación aprobó por unanimidad de su asamblea ordinaria, a propuesta de la asociación vecinal Al-Andalus del Parque Cruz Conde, que cualquier propuesta de modificar el nombre de un barrio se someta a consulta popular. Este procedimiento, según indica la federación, es el que se establece en el reglamento de participación ciudadana "para los temas de gran interés ciudadano local". Asimismo, la asamblea aprobó que los procesos de cambios en la rotulación de calles se lleven a cabo siguiendo la ordenanza existente y asegurando mecanismos de participación. Precisamente, el nombre de Cruz Conde es uno de los que han aparecido en el debate sobre la memoria histórica, junto a otros como el de Cañero o Conde de Vallellano.

Este acuerdo surge ahora, según remarca la federación, ante la posibilidad de que, por un "supuesto amparo de la ley de Memoria Histórica o por otras razones, se tomen decisiones por teóricos expertos y por el Pleno municipal en contra del sentir del vecindario".

Del mismo modo, Al-Zahara reitera su "máximo respeto y acuerdo con la ley", pero estima que "se debe aplicar desde criterios de prudencia y contando con la ciudadanía que se pudiera ver afectada".

Incluso, considera que los nombres de los barrios "están enraizados en la identidad de los cordobeses y cordobesas que han nacido y vivido en ellos", además de señalar que, para la federación, "no hay ninguno que pueda suponer estar dentro de los supuestos que entran dentro de la mencionada ley".

Por ello, estima que se debe consultar al vecindario de cada barrio que se pudiera ver afectado por una propuesta de modificación, además de asegurarse la suficiente participación de las asociaciones vecinales y de comerciantes en los cambios de denominación de calles. "Al-Zahara desea que la aplicación de la Ley de memoria histórica no suponga generar tensiones ni enfrentamientos ciudadanos. Recuperar toda la historia de nuestra ciudad es muy conveniente pero debe hacerse desde la búsqueda de la máxima objetividad y sentido colectivo y teniendo en cuenta el máximo consenso ciudadano. Por esa razón pide la máxima prudencia y que no se hagan propuestas de forma alegre e irresponsable", explica.