Un acuerdo entre la Dirección General de Tráfico (DGT) y los examinadores ha facilitado que estos últimos hayan desconvocado la huelga. Las medidas de presión comenzaron el 14 de septiembre y en lo que se refiere a Córdoba supusieron que se atrasaran cerca de 1.200 exámenes de conducir, como ya informó este diario.

Los examinadores han conseguido varias de sus reivindicaciones: la DGT se compromete a garantizar que el servicio siga siendo público y también se ha negociado una relación de puestos laborales. Sobre este aspecto, cabe reseñar que se ha creado una mesa delegada que estudiará una nueva productividad.

Además, la Administración acepta que la comunicación del resultado "sin necesidad de decir apto o no apto, como medida de protección de la integridad física del personal, en especial de los examinadores", según expone el colectivo Asextra en su web. Por último, la DGT se compromete a adoptar las medidas para que disminuya el número de examinadores que realizan 13 pruebas al día.