Un informe elaborado por el Grupo de Estudios Estratégicos (GEES), que analiza la polémica sobre la titularidad de la Mezquita-Catedral de Córdoba, alerta de que dicha controversia busca el rezo compartido, algo que en las conclusiones del estudio se presenta como "imposible".

El informe, bajo el título "La Catedral de Córdoba como pretexto" y elaborado por el Catedrático de Estudios Árabes de la Universidad Autónoma de Madrid, Serafín Fanjul, analiza la campaña para "expropiar la Catedral de Córdoba, antigua Mezquita, a la Iglesia" y hace un "repaso al pasado musulmán en la Península Ibérica", según ha explicado GEES en un comunicado.

En el informe, Fanjul analiza la presencia musulmana en España a través de documentos históricos y "desmonta aquellas tesis que invocan esta época como un claro ejemplo de convivencia entre culturas".

Según el arabista, la actual campaña que persigue expropiar la Catedral de Córdoba a la Iglesia "no tiene otro objetivo que implantar el culto islámico en el templo".

"No hay que ser adivino ni muy mal pensado para entender que el verdadero objetivo de toda esta parafernalia es despojar a la Iglesia Católica y entregar el templo al Islam en régimen de exclusividad", afirma Fanjul.

El experto abunda en la "operación política" de la Junta de Andalucía que, de manera "ambigua", sugiere "que va a estudiar" la expropiación, permitiendo que siga el culto católico y abriendo el monumento al uso de los musulmanes.

Fanjul ha denunciado los "pobres argumentos" que utilizan quienes defienden la expropiación del templo "aludiendo a que buena parte del templo se construyó entre el emirato de Abderraman I y el gobierno de Almanzor".

El autor recuerda que la primera construcción de la Mezquita se levantó sobre el solar de la Basílica de San Vicente y en su obra se emplearon infinidad de materiales, como columnas y capiteles, expoliados en construcciones romanas y visigóticas.

Asimismo, cuestiona el "mito" de las "tres culturas" y destaca cómo estas vivían en un régimen de "apartheid" en las que las comunidades, yuxtapuestas pero no mezcladas, coexistían en regímenes jurídicos, económicos y de rango social perfectamente distintos dando lugar a persecuciones muy cruentas.

De esta manera, Fanjul advierte de que el "tan ansiado culto compartido" en el templo es "imposible" ya que la comunidad islámica "exigiría la retirada de todo símbolo, imagen o adorno cristiano" al ser "impensable que aceptasen orar en un lugar presidido por signos que detestan".

Sobre este asunto, y con motivo del 775 aniversario de la consagración de la Catedral de Córdoba, antigua mezquita, tuvo lugar el pasado julio un foro organizado por la agencia EFE y que contó con la presencia del entonces ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón y el obispo de Córdoba.

En dicho foro, el titular de Justicia argumentó que no había razones de utilidad pública para expropiar el templo a la Iglesia Católica y destacó que todos los poderes legítimos que ha habido en España a lo largo de estos casi ocho siglo reconocieron siempre que la Iglesia Católica es la titular de la Catedral de Córdoba.

Por su lado, Fernández defendió la titularidad eclesiástica de la Catedral y aseguró que "atacar" al templo es "atacar el corazón de la Iglesia", ya que éste es una "necesidad vital" del organigrama del cristianismo.

El prelado subrayó que el templo es un monumento "singular" a la vez que "sagrado" y recordó que cuando entró por primera en el recinto su primera impresión fue que estaba "construido para Dios", aunque se trata de un lugar "abierto a todos".

Por el contrario, el senador de IU José Manuel Mariscal apuntó poco antes de la celebración del foro que "habría que considerar el rezo musulmán" si el templo tuvieses titularidad pública "igual que se admite el culto católico".