Mientras la nueva empresa propietaria del convento de Santa Isabel de los Ángeles trabaja en el proyecto con el que pretende reformar el inmueble para convertirlo en un hotel de cuatro estrellas, el descendiente de la fundadora de este cenobio, Marina de Villaseca, el actual marqués de Villaseca, continúa a la espera de los resultados de la demanda presentada a principios de diciembre contra las monjas clarisas. La demanda ya ha sido notificada a la congregación para que exponga sus argumentos. Paralelamente, la Junta continúa preparando la declaración del convento como BIC, que debe pasar aún por la Comisión de Patrimonio.

A los pocos días de conocerse la demanda, el delegado de Cultura en Córdoba, Francisco Alcalde, aseguraba que la Consejería de Cultura trabaja desde hace meses en la declaración de este enclave singular como BIC. Cuando la Comisión de Patrimonio dictamine a favor de la declaración, el delegado de Cultura firmará la resolución de inicio de expediente, que es el primer acto administrativo que se producirá. Después, y según explicó entonces el delegado, el expediente pasará a la Dirección General de Bienes Culturales, que emprenderá la tramitación. El Consejo de Gobierno de la Junta dará el siguiente paso. Tras ello, la declaración será publicada en el Boletín Oficial de la Junta. No obstante, la protección del convento empezará en el momento en el que el delegado de Cultura firme la resolución, por lo que el proyecto hotelero tendrá que recibir el visto bueno de la Comisión Provincial de Patrimonio y someterse a sus consideraciones, lo que no implica que la iniciativa no se pueda llevar a cabo. De hecho, el hotel Hospes Palacio del Bailío también tuvo que cumplir el dictamen de la Comisión de Patrimonio.