Antonio Fragoso llegó a la hostelería por amor al arte, porque su profesión durante muchos años estaba relacionada con el sector industrial. Decidió cumplir su ilusión «de toda la vida», como él mismo relata, en el barrio de su mujer, y hace 15 años abrieron un restaurante de cocina tradicional «con un toque personal».

La Concordia, un nombre que hace referencia a las ganas de su propietario de dejar atrás las diferencias, se siente arropado por sus vecinos y valora de forma muy positiva la labor que realizan en él las diferentes asociaciones y colectivos.

Se declara firme defensor del trabajo en equipo. «Siempre estoy dispuesto a colaborar con la gente del barrio, además es necesario que colaboremos entre todos» para hacer realidad «las mejoras que se puedan hacer» en Huerta de la Reina. Y en este sentido pone el acento en la hermandad de la Estrella y en su hermano mayor, Juan Francisco Rodríguez, «que siempre ha trabajado muchísimo con gente de las bases, como yo digo», con los niños «a los que hemos visto crecer».