Más allá de los números aportados en la memoria anual de la ONCE se encuentran los más de 71.000 afiliados en España que hacen posible su labor social, un trabajo que da sus frutos y que permite llevar una vida normal a los discapacitados que acuden a la fundación. Entre ellos se encuentran María del Carmen Vázquez, con problemas de espalda acrecentados por un accidente, y Francisco García, afectado por la ceguera. Ambos forman parte de la plantilla de vendedores de la ONCE, un puesto de trabajo que les llega tras años de paro debido a su condición. Para Carmen esta oportunidad le ha cambiado la vida; como ella dice: "Es como si me hubiera tocado a mi cupón porque me ha permitido volver a sentirme una persona laboral". Francisco lleva más de 25 años afiliado, 25 años durante los que ha podido estudiar en braille la carrera de turismo, alzarse ganador de campeonato nacional de tiro adaptado y conseguir un empleo que le permite empezar una familia. La ONCE emplea en Andalucía a más de 25.982 personas, el 87% de ellas, como Carmen y Francisco, afectados por alguna discapacidad física, no solo visual.