Las temperaturas extremas registradas desde el pasado 26 de junio, y que han convertido a julio del 2015 en el más cálido desde que hay mediciones oficiales, se han convertido en el mayor problema para los cuidadores de los patios cordobeses, que, de entrada, deben multiplicar los riegos de las plantas. Pese a este esfuerzo, ya se han perdido señalados ejemplares en muchas de las casas que suelen concursar y, además, el calor obligará este año a realizar un desembolso extra y emplear mucho más tiempo para sustituir las plantas dañadas, explicaba ayer Rafael Barón, presidente de la Asociación de Cuidadores de Patios, Rejas y Balcones Claveles y Gitanillas. La necesidad de cuidar el patio en verano, y este año más que ningún otro, "condiciona las vacaciones, porque es difícil encontrar a alguien que pueda hacerse cargo de los cuidados muchos días seguidos. Es a lo que me refiero cuando hablo de los valores de los cuidadores de los patios y del sacrificio a lo largo de todo el año, que es la parte que no se ve en mayo y que no está recompensada", explica el presidente de Claveles y Gitanillas.

Capítulo aparte, el teniente de alcalde y concejal de Turismo y Urbanismo, Pedro García, ha coincidido con la concejala de Promoción de la Ciudad, Carmen González, en la necesidad de proteger la Fiesta de los Patios, reconocida por la Unesco, como "elemento fundamental de nuestra cultura y patrimonio". "Hay que trabajar para que la Fiesta de los Patios no muera de éxito, que el turismo de masas no la dañe", señala el concejal.