Aunque Juan Polo comenzó a trabajar desde muy niño y no ha abandonado su oficio hasta hace poco, el grueso de su obra se concentra entre los años 60 y 80, principalmente. El 1 de julio del 2011 abrió sus puertas la casa museo de este artista, que está ubicada en su domicilio y estudio. Un recinto museístico impulsado por su familia y gestionado de forma privada. La misma recoge la prolífica actividad del escultor en más de 50 años de labor. La inauguración fue un acto muy esperado para un emocionado Polo, después de años de infructuosos intentos por llegar a un acuerdo con distintas corporaciones para poner en marcha un museo de titularidad municipal. Ese día estuvo arropado por el expresidente de la Real Academia de Córdoba Angel Aroca, institución de la que Polo es miembro; por la directora de los Museos Municipales de Córdoba, Mercedes Valverde; por Francisco Berlanga o el fundidor Francisco Ruiz (Marcelo).

--¿Ha participado usted en muchas exposiciones?

--Sí. Mi primera muestra individual fue en la Sala Municipal de Arte de Córdoba en 1959, donde presenté 47 esculturas de tema religioso, entre ellas una colección de vírgenes.

--Muchas de sus esculturas se encuentran repartidas por toda la provincia.

--Sí. Para la antigua Universidad Laboral esculpí un monumento a San José Obrero; una maternidad para la residencia El Carmen; la figura de Alfonso X El Sabio para el Alcázar; un busto de Fray Juan de los Barrios, con motivo del sexto centenario de la Villa de Pedroche; otro busto de Rafael Castejón, para la Facultad de Veterinaria (actual Rectorado) y un tercer busto, en este caso de Blas Infante, para el Ayuntamiento de Castro del Río. También están una efigie de Diego Carro, fundador de la Villa de Nueva Carteya; una figura del Sagrado Corazón de Jesús para Priego o un autorrelieve de Nuestra Señora de los Angeles, para la ermita de Santa María de los Angeles en Baena.

--Le ha gustado siempre mucho plasmar en barro y otras veces en bronce figuras animales y taurinas.

--En 1981 modelé una cabeza de caballo para las Caballerizas Reales y he esculpido muchas escenas taurinas.

Mucho antes, en 1963 Juan Polo había creado todas las figuras del llamado Museo al Aire Libre de Fernán Núñez, ubicado en la travesía, a lo largo del paso de la carretera Córdoba-Málaga por este pueblo. La obra más conocida de este destruido museo es la que da la bienvenida a quien llega al municipio. Es El Sembrador, escultura que contó con una réplica posterior en el año 2003, junto al parque de Doña Rosalina. Junto a esta obra estaban El Segador, tres efigies de caballos, los relieves La Yegua y los potrillos y Homenaje a Manolete.

--¿Qué obras de Semana Santa ha tallado además de las tres imágenes de la cofradía del Huerto de su localidad?

--Está Jesús Resucitado de Fernán Núñez, bendecido en 1990; el Cristo de la Clemencia; un ecce-homo de la hermandad de San Juan Evangelista de La Carolina (Jaén), que data de 1991, y el Cristo de las Penas, que iba a ser para la cofradía del mismo nombre de Fernán Núñez, pero que al final no lo fue ni ha llegado a ser bendecido.