Por cuarto año consecutivo, familiares de los militares destinados en la Base de Cerro Muriano en Córdoba, sede de la Brigada de Infantería Mecanizada "Guzmán el Bueno" X (Brimz X), han acudido con emoción a despedir a los suyos antes de que se pongan el casco azul, con destino Líbano.

Es un ritual éste de la despedida al que, tanto los militares como las autoridades, familiares y medios de comunicación se han acabado acostumbrando, pero que no está exento de emoción entre los que se quedan y los que se van, y orgullo patrio en los uniformes, las medallas y las banderas.

Más de medio millar de efectivos se marchan en esta ocasión a Líbano, en su mayoría procedentes de la Brimz X, aunque también unidades de las Fuerzas Armadas, de la Guardia Civil, así como 7 efectivos del Ejército de la República Federativa de Brasil.

Todos ellos estaban hoy en la base de Cerro Muriano, plantados y uniformados, echándose fotos con sus familiares y amigos, antes de participar en el acto de despedida, que se ha realizado con solemnidad ante el teniente general jefe de la Fuerzas Terrestres Francisco Javier Varela Salas.

Uno de los cargos que se marcha, el teniente coronel José González Espínola, ha explicado en declaraciones a Efe que es la cuarta rotación que hace la Brimz X, y la número 26 que ha realizado el ejército español desde el año 2006, cuando se desplazó por vez primera a Líbano.

Desde entonces hasta ahora, afirma Espínola, lo que ha cambiado es la experiencia adquirida por el ejército, que afronta estas misiones con "mucha más tranquilidad y confianza".

En ello juega un papel muy importante el hecho de que, tras numerosas misiones, el ejército español ya conoce el terreno por un lado, y por otro la población civil conoce a los militares españoles y su forma de actuar.

"Están contentos. Estamos pacificando, no somos algo extraño, estamos integrados con la población", apunta el teniente coronel, que especifica que las misiones que se realizarán en Líbano serán de patrulla, puntos de control y de mantenimiento de la seguridad.

De hecho, ha aclarado que la misión de las tropas es comprobar y facilitar la paz entre las partes y también lograr que las fuerzas armadas libanesas se hagan cargo del a situación a la mayor brevedad posible.

Por otro lado, también se realizan misiones de carácter cívico-militar, como el Proyecto Cervantes, en el que muchos de los componentes, mandos y tropa, dan clases de español a personal civil.

"Estamos allí a todo lo que se nos solicite", concluye este mando, que cree que este tipo de misiones suponen "una ilusión", la de llevar el nombre de España fuera, y la de jugar un papel "francamente muy alto" y que está refrendado por los países en los que el Ejército Español ha actuado.

Los efectivos destacados en Líbano operarán por la zona sur durante seis meses, junto a un contingente multinacional formado con efectivos aportados por República del Salvador, República de India, República de Indonesia, República Federal Democrática de Nepal, República de Serbia y República Federativa de Brasil.

Una vez allí, conformarán la Brigada Multinacional Este (BMN E), bajo el mando del general Antonio Ruiz Olmos, actual jefe de la Brimz X, y colaborarán con las Fuerzas Armadas Libanesas (LAF) con el fin de lograr una paz duradera.

En el otro lado, aquellos que, en esta ocasión, no han podido apuntarse a la misión, como la cabo López Romero, que lamentaba que, por cuestiones familiares, no ha podido estar, y que expresaba su deseo de "ponerse un casco azul" en los próximos destacamentos.