La delegada de Educación e Infancia del Ayuntamiento de Córdoba, Elena Cortés, hizo ayer públicas sus disculpas por el incidente ocurrido el pasado Domingo de Ramos cuando, al pasar la procesión de la hermandad del Huerto a la altura de su domicilio, junto a una pancarta en la que se leía "no", se escuchó un ruido estridente de una bocina procedente del balcón, lo que ofendió al público presente y, especialmente, a los miembros de la cofradía, que se sintieron agraviados, al ver después a la delegada asomarse al balcón pidiendo calma.

La alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar, indicó ayer en un comunicado que, "tras reunirse en varias ocasiones con Elena Cortés, le solicitó que pidiera disculpas por lo ocurrido", algo que Aguilar califica como "reprobable y rechazable".

Junto a este comunicado, en el que la alcaldesa señala que la delegada de Educación le había explicado lo acontecido y que "desde el primer momento mostró su total disposición a pedir disculpas tanto por escrito como personalmente", se dieron a conocer las misivas dirigidas al hermano mayor de la hermandad del Huerto, Francisco Luis Castaño, y al presidente de la Agrupación de Cofradías de Córdoba, Francisco Alcalde, con quienes --según la nota-- Cortés se habría comunicado por teléfono previamente.

A LOS COFRADES En dichas cartas, Elena Cortés, que se refiere a las conversaciones mantenidas con la alcaldesa de la ciudad y dice ser consciente del "malestar que ha ocasionado" a los cofrades, ofrece a ambas instituciones sus "más sinceras disculpas" por lo que sucedió en su domicilio particular además de hacerse "absolutamente responsable del incidente". Además, subraya que aunque tal circunstancia podría dar que pensar "con lógica" que es una persona "irrespetuosa con las creencias cristianas, con la hermandad o, en general, con el conjunto de cofradías", nada más lejos de la realidad. Así, añade que "si algo me ha enseñado mi militancia política, el trabajo en el equipo de Gobierno de Córdoba y el conjunto de mis compañeros, que me han enseñado muchas cosas, es a ser respetuosa con las creencias religiosas, a respetar a las personas que creen y a procurar trabajar con ellas para conseguir una ciudad y un mundo mejor".

"NUNCA DEBIO SUCEDER" Aunque no incluye una explicación de cómo se produjeron los hechos exactamente, la carta de disculpa añade que lo ocurrido "no tiene justificación y jamás debió haber sucedido, pero quisiera que comprendiera que no tenía la intención de ofender o molestar a la hermandad" y que considera que "es un error humano y como tal sirve para aprender". Elena Cortés indica que "como ciudadana, educada culturalmente en una sociedad cristiana, entiendo el hecho cultural de la Semana Santa y respeto las creencias religiosas de mis conciudadanos creyentes", por lo que no tenía intención de "ofenderlos o molestarlos".