La mayoría de las cofradías invitadas a participar en el Vía Crucis Magno, a excepción de los Dolores, han confirmado ya su asistencia, estando a la espera de que se pronuncien los cabildos de hermanos de una minoría de hermandades.

Un hecho que no impide tener una visión general de cómo quedará configurado este especial Vía Crucis, que tomará como modelo el escrito en 1991 por el beato Juan Pablo II, un rezo en el que todas las estaciones tienen una base bíblica, por lo que no hace referencia a algunas de las estaciones tradicionales y las sustituye por otras.

Hay que puntualizar que la comisión organizadora del acto se ha permitido ciertas licencias a la hora de elegir los pasos, pero encajan perfectamente con el mensaje catequético que se quiere representar.

Así, el Vía Crucis lo abrirá la imagen de Nuestra Señora Reina de los Mártires (pendiente de cabildo), a continuación se rezaría la primera estación: Jesús en el Huerto de los Olivos, que en Córdoba será representado por el Señor de la Oración en el Huerto. La segunda, Jesús es traicionado por Judas y arrestado, representado por la imagen del Rescatado. Para la tercera, Jesús es condenado por el Sanedrín, se ha elegido Jesús de las Penas (Esperanza). La cuarta estación, Jesús es negado por Pedro, la representará Jesús de la Redención (Estrella). La quinta, Jesús es Juzgado por Pilatos, será representada por el Señor de la Sentencia (pendiente de cabildo). La sexta estación, Jesús es flagelado y coronado de espinas, por el titular de la hermandad de la Merced, Jesús en su Coronación de Espinas (pendiente de cabildo). La séptima estación, Jesús carga con la Cruz, será representada por Jesús de la Pasión. Para la octava, Jesús es ayudado por el Cirineo, se cuenta con Jesús Caído. La novena estación representa el encuentro con las mujeres, escena que representará Nuestro Padre Jesús de la Santa Faz. La décima, Jesús es crucificado, será representada por Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia (Paz). La undécima, Jesús promete su reino al buen ladrón, la representaría el Cristo del Amor, para esta ocasión la imagen procesionará con los antiguos ladrones que durante años acompañaron al Cristo. La duodécima, Jesús Crucificado, la Madre y el discípulo, estará representada por el Cristo de la Expiración. La decimotercera, Jesús muere en la Cruz, por el Cristo de Animas. Para representar la decimocuarta y última, Jesús es depositado en el Sepulcro, se unirían tres pasajes en los que se incluirían el Cristo del Descendimiento, la Virgen de las Angustias y el Yacente del Santo Sepulcro (estas dos últimas cofradías pendientes de cabildo), tras la urna estaba previsto la Virgen de los Dolores, pero tras renunciar, y aunque se rumorea que algunas hermandades se han ofrecido, la comisión no se ha pronunciado sobre qué dolorosa ocupará su lugar. Este histórico acontecimiento será cerrado por el Señor Resucitado.