La delegada de Salud, María Isabel Baena, y responsables médicos del hospital Reina Sofía animaron ayer a la población cordobesa a que contribuya a potenciar y a difundir la importancia de la donación de riñón y de hígado procedentes de personas vivas, para su utilización en trasplante, como una alternativa, que combinada con la donación de cadáver, pueda salvar más vidas de enfermos. En este sentido, la jefa de Urología del hospital cordobés, María José Requena, apuntó que, a pesar de que el año pasado se batió un nuevo récord de actividad trasplantadora en el Reina Sofía, con 342 injertos de órganos y tejidos, "estoy poco satisfecha porque creo que hemos hecho poco para potenciar la donación de vivo, con solo 3 casos de riñón en el 2011, y no debemos de perder de vista que es el futuro para afrontar problemas como la insuficiencia renal crónica, teniendo en cuenta que el trasplante renal procedente de donación de vivo proporciona un mejor resultado a largo plazo". Requena explicó que el objetivo ideal sería que se registrasen un 80% de trasplantes renales procedentes de donantes fallecidos y un 20% de injertos realizados gracias a la cesión de un riñón a un enfermo por parte de una persona viva.

La jefa de Urología incidió en que "la donación de vivo ayudaría a que hubiera menos pacientes en diálisis y en lista de espera para un trasplante, de ahí la importancia de que se produzca un cambio de mentalidad" para que esta alternativa cale en la sociedad, como sí lo ha hecho el mensaje de la importancia de donar los órganos tras fallecer.

CORAZONES Por su parte, el jefe de sección de Cardiología, José María Arizón, apuntó que otro reto para el Reina Sofía, además de potenciar la donación de vivo, será incrementar la realización de injertos cardiacos infantiles, teniendo en cuenta que el complejo cordobés fue nombrado hace 2 años por el Ministerio de Sanidad centro de referencia nacional para este tipo de intervenciones. Sobre este tema, Arizón se refirió a que en el 2011 únicamente se practicó en Córdoba un injerto de corazón a un menor, de ahí que para este experto lo razonable sería que, sobre todo a nivel andaluz, se apostase más por el Reina Sofía para este tipo de operaciones, con el objetivo de asistir a los niños en lista de espera de trasplante cardiaco antes de que alcancen la máxima gravedad.

Acerca del balance de actividad trasplantadora del Reina Sofía en el 2011, María Isabel Baena indicó que se ha vuelto a batir un nuevo récord al realizarse un 50% más de trasplantes que en el ejercicio del 2010. Concretamente (ver gráfico), se implantaron 192 órganos y 150 tejidos, más otros 100 implantes de córnea efectuados en la Clínica Oftalmológica La Arruzafa. Baena resaltó que las 39 donaciones multiorgánicas registradas el pasado año situaron la tasa de donación cordobesa por encima de la media regional y nacional, al situarse en 48,2 por cada millón de población, un dato bastante superior a los 41 del 2010. Por su parte, la edad media del donante fue de 64 años, frente a los 57 del 2010. El 90% de los donantes tenía más de 45 años y un 18% de las donaciones se produjeron debido a siniestros de tráfico, frente a casi el 80% derivadas de accidentes cerebrovasculares. Del resumen anual también destaca que en el 2011 se llevaron a cabo 17 trasplantes combinados (11 de páncreas-riñón, uno de hígado-pulmón y 5 de hígado-riñón). Del total de injertos, 15 se practicaron en menores (10 de hígado, 3 renales (de los que 2 fueron combinados con hígado), 1 de corazón y 1 de pulmón).