Para muchos turistas, ir de camping se convierte en una opción alternativa a la playa o, incluso, a las excursiones rurales de verano. Sin embargo, en Córdoba, estos espacios de ocio y de descanso no pasan por su mejor momento. Uno de los factores que han frenado especialmente la ocupación en los campings cordobeses durante el estío ha sido la intensa ola de calor de más de treinta días que ha calentado continuamente el ambiente en la capital y la provincia. La ausencia de aire fresco y las altas temperaturas han dejado al 30% la tasa media de ocupación del camping municipal El Brillante entre los meses de julio y agosto, según asegura el gerente del recinto, Antonio Chumilla.

"En Córdoba cada camping es un mundo, cada uno tiene sus propias características, pero El Brillante es un camping de paso y este verano se han visto menos autocaravanas porque el calor ha hecho mucho daño", comenta Chumilla, mientras añade que "agosto de este año es parecido al mes de abril de hace unos años" en términos ocupacionales.

En el lado opuesto se encuentra el camping Carlos III, de La Carlota. "Aquí hemos notado en julio que han venido más familias para acampar, algo que se había perdido con el tiempo", manifiesta María Sol Domínguez, monitora de este camping. "La mayoría de las familias buscan piscina para refugiarse del calor en bungalós", añade Domínguez.

Otro de los aspectos que repercute en la salud de los campings en Córdoba son los precios de los hoteles y los aparcamientos públicos. "Yo no puedo competir con un hotel que se asemeje a mis precios", recuerda Antonio Chumilla. En el camping municipal, el precio por la estancia de cada parcela es de 25 euros, mientras que en el centro de la ciudad muchos hostales u hoteles de dos o tres estrellas ofrecen habitación por un precio algo mayor a esa cantidad, lo que supone que muchos turistas ya no cogen su autocaravana y pasan las noches en las habitaciones de un hotel.

Por otro lado, el problema de los aparcamientos es igual de "serio" que el anterior, según Chumilla, quien ha observado cómo "en varios parkings municipales, como el de la avenida de Los Custodios o incluso en El Arenal, muchas veces aparcan autocaravanas sin derecho de pernoctación". Un aspecto preocupante ya que actualmente los campings están obligados por ley a registrar cada vehículo que pasa noche en sus parcelas.

El perfil del turista también ha evolucionado. En el camping de la capital ingresan en su mayoría extranjeros, casi un 80% del total de turistas, mientras que los visitantes nacionales prefieren visitar los campings de la provincia. "A mí me gusta esta forma de pasar tranquilamente el verano en la naturaleza", cuenta Juan de la Rosa, un cordobés que también ha conocido otras ciudades de Andalucía, como Almería, viajando y alojándose en campings.