Aplicar la máxima del consumidor avezado de busque, compare y si encuentra algo mejor... es toda una odisea cuando se trata de elegir dentista. Sobre todo, partiendo de la base de que los propios colegios profesionales son incapaces de asesorar al respecto. «No es posible dar precios orientativos porque todo depende mucho de la calidad de los materiales, de la formación, de la experiencia, de la tecnología...», argumenta el presidente del Colegio Profesional de Dentistas de Córdoba mientras los consumidores se debaten entre el dolor de dientes y el dolor del bolsillo. En los últimos años, varios estudios de Facua han hecho poner al gremo el grito en el cielo. Uno del 2008 situaba a Córdoba como la ciudad donde más cuesta ir al dentista, con tratamientos dentales que oscilan hasta un 163% entre dentistas de la misma ciudad. Ese estudio situaba la tarifa media andaluza del empaste en 47,79 euros y la de la limpieza dental en 43,32 euros por sesión. El precio medio de la endodoncia, sin reconstrucción, se situaba en 136,24 euros. Hace dos años, la Federación de Consumidores y Usuarios volvía a la carga con un nuevo estudio, preguntándose cuál es el margen de beneficio para un dentista si la diferencia de precio entre clínicas es tan grande para tratamientos de diagnóstico similar. En 2014, la tarifa media para un empaste simple era de 53,56 euros. La tarifa media de la limpieza, 49,80 euros por sesión y la de una endodoncia en un diente incisivo lateral inferior con reconstrucción sin perno ni corona de 204,73 euros. Contrastar esos datos con un listado de precios orientativos oficiales no es posible porque ofrecerlos, según el Colegio de Dentistas, lo prohíbe la Agencia de la Competencia. Solo cabe ponerse en manos de alguien de confianza.