El ministerio fiscal ha solicitado cuatro años de prisión para dos acusados de estafar 5.000 euros con el timo del tocomocho en dos golpes diferentes. Las víctimas, de 71 y 72 años, creían que con la entrega, respectivamente, de 3.000 y 2.000 euros a los dos desconocidos obtenían cupones premiados con importes muy superiores. Pero, en realidad, lo que consiguieron fueron sobres llenos de recortes de periódico.

El primer timo que relata el fiscal en su escrito ocurrió el 20 de enero del 2011. Eran sobre las 10.00 horas de la mañana cuando los acusados, «con el fin de engañarlo y que les entregara dinero», abordaron a un hombre de 72 años en Poeta Ibn Zaydun. Tras llamar su atención preguntándole por una dirección, los acusados entablaron ante él una conversación en la que, haciendo como si no se conocieran, uno le preguntó al otro que dónde se encontraba la delegación de la ONCE, a la vez que le enseñaba tres cupones. En ese momento, uno de los presuntos timadores dijo que los números estaban premiados, correspondiéndole a cada cupón 20.000 euros, algo que demostró incluso con una lista de resultados de sorteos de varios días que sacó del bolsillo.

A continuación, los acusados convencieron a la víctima para que les diera 3.000 euros a cambio de la entrega de los cupones, por lo que lo acompañaron a una entidad bancaria para extraer el dinero. Una vez que se lo entregó, los individuos le dieron un paquete envuelto en papel de periódico, supuestamente con dinero, y un pañuelo conteniendo los cupones. Sin embargo, cuando ya se habían marchado, la víctima comprobó que los paquetes no tenían nada más que recortes.

REPETICIÓN // El segundo golpe lo cometieron, según el fiscal, en abril del mismo año. En esta ocasión abordaron a un hombre de 71 años en Sevilla. La forma de actuar, prácticamente la misma. A la víctima le hicieron creer que tenían en su poder unos boletos premiados con el cuponazo, una vez que incluso le mostraron un listín. Entonces le dijeron que eran «tan honrados» que le iban a regalar un cupón, pero que les debía demostrar que tenía, al menos, 2.000 o 3.000 euros. El hombre sacó 2.000 euros de una oficina bancaria y se los entregó, haciendo uno de los supuestos timadores como si lo juntara con su dinero para envolverlo y devolvérselo junto a los cupones. En realidad, lo que había hecho era cambiar el dinero entregado por el perjudicado por un paquete en el que solo había recortes de periódico, por lo que se marcharon del lugar apropiándose de los 2.000 euros de la víctima.

El fiscal considera los hechos constitutivos de dos delitos de estafa y solicita para cada acusado por cada uno de los delitos dos años de prisión.