La Guardia Civil ha detenido en Córdoba a dos personas --a quienes se les encontraron dos revólveres-- por su pertenencia a una red nacional de tráfico de armas de fuego. A esta organización se le intervinieron un centenar de pistolas y fusiles de asalto y cerca de 21.000 cartuchos de diferentes calibres.

Según ha informado el instituto armado, la red compraba en el extranjero armas inutilizadas, muchas de ellas de guerra, que transformaba para ponerlas en funcionamiento y venderlas por internet.

La operación se ha desarrollado en las provincias de Alicante, Málaga, Murcia, Vizcaya, Navarra, Cantabria, Burgos, Barcelona, Sevilla, Cádiz, Córdoba y Las Palmas de Gran Canaria y se ha detenido a siete personas a quienes se les imputan los delitos de tráfico de armas, depósito de armas de guerra, depósito de municiones, tenencia ilícita de armas o contrabando. La instrucción judicial corresponde a un juzgado de Denia, en Alicante.

En el caso de Córdoba, las detenciones se llevaron a cabo en Posadas y a los arrestados se les intervinieron dos revólveres.

Esta operación arrancó después de que se detectaran compras de armas a cargo de varios ciudadanos españoles en el extranjero y ha sido coordinada con Europol.

Las armas llegaban a España ilegalmente en paquetes postales, por lo que al no estar registradas en las bases de datos nacionales podían ser desviadas al mercado ilegal con total impunidad.

Uno de detenidos en la provincia de Alicante tenía instalado en el garaje de su casa un taller clandestino para la reparación de este tipo de armas, donde se ha incautado abundante maquinaria y herramientas, así como numerosos cañones, piezas fundamentales, cargadores y varias armas en proceso de rehabilitación. También se han intervenido varios silenciadores que fabricaba de forma artesanal.

Otro de los detenidos en la provincia de Málaga, además de este tipo de armas, compraba de forma masiva otras armas detonadoras que, tras manipularlas para que pudieran disparar, las vendía con munición a través de internet. Además, comerciaba con otro tipo de armas prohibidas como llaveros-pistola y pistolas eléctricas tipo taser, que también han sido intervenidas.

Por otro lado, la red compraba de forma ilegal en esos mismos establecimientos extranjeros armas con sistema flobert (antiguas de percusión lateral) que carecían de las licencias necesarias para su adquisición.

MUCHO MATERIAL En esta operación se han intervenido once fusiles de asalto, 14 subfusiles, 15 pistolas, 22 revólveres, 15 rifles y carabinas, diez armas sistema flobert (nueve revólveres y una carabina), nueve armas de avancarga (ocho pistolas y un rifle), una escopeta, un bastón-escopeta (prohibido), un llavero-pistola (prohibido), cuatro silenciadores.

Los agentes también se incautaron de 21.000 cartuchos metálicos de diferentes calibres, 11,5 kilos de pólvora, más de 60 cañones nuevos y semielaborados con los que rehabilitar armas inutilizadas, más de 140 cargadores de todo tipo de armas, numerosas piezas fundamentales (armazones, correderas y cerrojos), accesorios, herramientas y piezas para la rehabilitación de armas de fuego, así como abundante documentación y equipos informáticos para estudio.