Un técnico superior en sistemas de telecomunicaciones e informática, de 32 años y vecino de Córdoba, ha sido detenido por la Policía Nacional como presunto autor de un delito de corrupción de menores y posesión y distribución de pornografía infantil, así como amenazas y defraudación de telecomunicaciones.

El detenido tenía en sus equipos informáticos alrededor de 500.000 archivos de fotos y vídeos de carácter pedófilo que el propio acusado había ido recopilando al utilizar técnicas grooming , que consisten en asumir una identidad falsa para contactar por las redes sociales con niños (varones) de entre 12 y 14 años a los que, tras entablar una presunta amistad, acababa pidiéndoles que les enviaran fotos y vídeos de alto contenido sexual. Una vez ganada la confianza del menor y recibidas las primeras imágenes, les reclamaba más fotografías o grabaciones amenazando a los menores con difundir las primeras. Las exigencias del ahora detenido fueron a más, hasta el punto de pedirle a los niños que les enviaran fotos de sus hermanos pequeños y otras tomadas en vestuarios o lugares tales como piscinas o instalaciones deportivas.

La investigación, según explicó Francisco López, jefe del grupo de Delincuencia Tecnológica y Económica de la Policía Nacional de Córdoba, se inició en mayo cuando una madre presentó la primera denuncia ante la comisaría al ver que su hijo intercambiaba fotos de carácter pornográfico con una supuesta amiga de la misma edad. El trabajo puesto en marcha por la Policía Judicial logró descubrir que en el citado perfil había agregados 80 contactos, todos varones y menores de edad. Con el avance de la investigación los agentes acabaron descubriendo que en total son unos 10.000 los niños captados por el acusado en distintas redes sociales. De ellos, según López, 2.000 serían de España (40 de Córdoba) y el resto de países hispanoamericanos, donde la facilidad del lenguaje le permitía actuar sin dificultad.

Según ha explicado el responsable policial en una comparecencia ante los medios de comunicación, el individuo tenía ya antecedentes penales por pornografía infantil. En aquel caso fue acusado de distribuir imágenes pedófilas vía Emule (p2p). En la actualidad se encontraba en paro, situación que le ha permitido durante los dos últimos años permanecer ante el ordenador desde las once de la mañana hasta las cuatro de la madrugada.

Aseguró Francisco López que una vez identificado el delito se intentó localizar a nuevas víctimas, cuyos padres inmediatamente colaboraron con la investigación, que sigue abierta, ahora con la intención de conocer el destino de los archivos localizados y el uso que hacía de ello el detenido.

En la investigación y registro de la vivienda, que duró seis horas, los agentes se incautaron de 3 ordenadores, seis o siete discos duros externos, smartphones y pendrives en los que estaban distribuidos los archivos.