El impulso de la obra del Palacio episcopal -para la instalación de un museo diocesano y de taquillas para el acceso a la Mezquita-Catedral- condujo ayer a un desencuentro entre el presidente de la Gerencia Municipal de Urbanismo, Pedro García, y el portavoz del Cabildo de la Catedral, José Juan Jiménez Güeto, que mantienen posturas diferentes sobre el motivo por el que los trabajos no salen adelante.

García sostuvo que «en el momento en el que técnicamente ese proyecto encaje, tendrá licencia como todos», y precisó que «en Urbanismo nadie tiene bula». En este sentido, señaló que «esto no es una cuestión política» y comentó que cuando se resuelva el citado requisito «la comisión de licencias dará el OK» a la actuación.

De su parte, la alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, defendió el cumplimiento de la norma y el portavoz del Cabildo sostuvo que «esa es la actitud que hemos seguido». Jiménez Güeto aseguró que en este proyecto «se han seguido los requisitos que se imponían desde Urbanismo y hemos estado trabajando conjuntamente», y recordó que ya se han producido dos acuerdos con la gerencia y se han anulado posteriormente. Así, manifestó que «nos preocupa si hay alguna cuestión que no sea técnica, no lo sabemos».

Desde Urbanismo precisaron que el problema se debe a que «algún elemento arquitectónico de la ultima propuesta no se adecua a lo que expresa la ficha del Palacio episcopal del Catálogo de Elementos Protegidos del Plan de Protección del Conjunto Histórico, que considera de máxima protección el patio y los edificios recayentes en él». A esto añadieron que «se ha notificado al promotor, pero no se ha subsanado. En caso de que se haga, continuará la tramitación de forma inmediata».

Francisco Vázquez Teja, responsable del estudio de arquitectura que lleva el proyecto, manifestó que «no entiendo la situación» y que «todo» se ha consensuado con los técnicos municipales y tiene «el visto bueno de Cultura».